Parte 5 El bosque se vuelve frío, denso y oscuro. No todo es perfecto.

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    Este buen muchacho, pero a la vez un extraño para ella, invitó a Melani hasta su vieja casa donde él residía para curarle las heridas que tenía en sus piernas. Las gemelas que miraban disimuladamente desde lejos, parecían pavas calientes. Estaban totalmente enfurecidas, no podían comprender como una 'pobre indigente', como la llamaban ellas, estuviese a punto de ser conquistada por un hombre cordobés. Marth Valle tenía una increíble idea para arruinar ese amor que estaba naciendo, y su hermana decidió acompañarla a espiar y ver qué pasaba entre Melani y Sebastián, que caminaban juntos lentamente por ese largo bosque, rumbo a la casa. Mientras tanto, ellos seguían conociéndose, riéndose, y no paraban de estar encandilados el uno por el otro. De pronto, el muchacho escuchó un grito seco y de terror, que al parecer venía del hogar. 

    - Melani, ya vengo. Vos esperame acá- Le dijo mientras corría agitadamente hacia su casa con esas entradas de madera, típicas del siglo XIX.

    A la joven cantante la parecí sumamente extraño que el muchacho supiera su nombre sin antes habérselo dicho. La desconfianza, el temor y la sospecha comenzaba a crecer dentro de ella, la asustaban más y más. Veía por todos lados sin parar, su corazón latía fuertemente del susto, comenzaba a escuchar ruidos al rededor, y la niebla del bosque comenzaba a hacerse más densa. EL bosque se volvía frío y oscuro. Todo se volvía de terror.

    Los ruidos, no era de nada más ni nada menos que de las hermanastras chismosas. Era huecas y vacías de cerebro. Ella avanzó varios metros en dirección al ruido que escuchó. De repente, aparece un hombre viejo señor con aspecto demacrado, sin dientes, ropa sucia y mientras cavaba un pozo en esa tierra fría por el otoño de marzo, le dijo:

   - ¿Esta dulce joven me va ayudar a abonar mis plantas con su carne?- Le decía intrigado e interesado mientras señalaba un gran hueco similar a una tumba.

    Melanie parecía que el mundo se caía, más que amor, todo se estaba convirtiendo en una trampa y ella en la víctima. Respondió con su silencio y volvió hacia donde estaba. Caminaba muy tonta, como poseída entre esas tinieblas que cerraban enigmas, y que cada vez se aumentaban pareciendo nubes. Escuchó otro grito aún más fuerte, desgarrador, seco, parecido al de una se sus hermanastras. Silencio otra vez. En ese mismo momento ella ve de nuevo al hombre demacrado con un cuchillo y que la corría locamente para matarla. Ella comienza a correr hacia dentro de la casa, no tenía otra opción.  Se cae, pero logra subir rápidamente esas pequeñas escaleras. Abrió la puerta de entrada con toda su fuerza, agitada, sin importar lo que sucediera después. De repente alguien la agarra muy fuerte y le tapa la boca. Malani no sabía que hacer, no encuentra cómo salir de allí.

El canto del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora