Cap 3: No puede ser

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– : Lilyan. J

En la hora de comer me fui corriendo donde Isley para contarle todo lo que pasó, en serio no me lo podía creer todavía.

—¡Isy! No vas a creer lo que le pasó— Le dije emocionada mientras me sentaba al lado suyo en nuestra mesa habitual de la cafetería.

—¿Ahora que pasa, Lily?— Ella me dijo algo curiosa, no salía traerle noticias así de emocionada.

—Adam me invitó a su fiesta— Le dije emocionada mientras le sacudía por los hombros.

—¿¡En serio?! ¡Eso es genial Lily!— Ella me dijo sonriente—Por fin no tendré que rechazar a ir a la fiesta de Adam— Ella dice y yo me sorprendo.

—Perdona ¿que? — Le pregunto sorprendida y algo curiosa.

—Es que normalmente Adam si me invita a sus fiestas pero no voy para estar contigo— Ella me dice y por un momento me sentí un poco mal ya que arruine su posible diversión pero también me sentí bien por lo buena amiga que fue en aquel momento y preferir estar conmigo que en una fiesta.

—No debiste hacerlo, en serio— Le dije sonriendo un poco.

—Claro que sí tonta, prefiero estar contigo que con unos idiotas— Me dijo y no pude evitar darle un fuerte abrazo, realmente era mi mejor amiga.

...

—¿¡Qué llevo?! — llevaba repitiendo esa frase más de una hora, tenía el cuerpo lleno de nervios, de pies a cabeza. Quería causarle buena impresión a Adam, creo que será la única vez que podría hacerlo.

—Lily, ya te di doce opciones de vestidos y ocho de outfits de dos partes, alguna te tendrá que gustar ¿no?— Isley me dijo algo desesperada, ella ya estaba lista y yo la estaba cansando. Tengo que admitir que estaba bastante exasperante en ese momento, pero tenía que estar perfecta.

Después de dos intensas horas eligiendo la ropa perfecta opte por una falda vaquera corta de color azul oscuro que llega hasta la mitad del muslo, un top negro ajustado al cuerpo y sin mangas, un cárdigan blanco largo y unas botas negras con plataforma y unos calentadores blancos que combinaban con le cardigan. Era lindo, pero también ¿sexy? O por lo menos eso fue lo que Isley me dijo.

Me arregle el cabello y me maquille para después dirigirme a la fiesta en la casa de Adam. Al llegar vi su casa y no era una super mansión, pero era una casa bastante grande. Pensé que Adam nos abriría la puerta pero ya estaba abierta, dude por unos segundos, pero al ver tanta gente entrar decidí entrar yo también junto a Isley, quien no lo dije antes pero llevaba un lindo vestido negro sin tirantes con con la falda falda plisada que se ensancha desde la cintura. También lleva un collar negro que combina con el estilo general del atuendo. Hay un cinturón de cuero negro con detalles metálicos y una evilla de una estrella alrededor de la cintura del vestido. De calzado llevaba unas simples botas negras hasta las rodillas.

No solía estar en fiestas, mejor dicho, nunca estuve en una fiesta que no fuera de bodas o de cumpleaños. Era entretenido, había música, bebidas, gente agradable y también peleas entre parejas que alguno acusaba al otro de haberlo engañado.

Estuve un rato con Isley y también con algunas otras personas que conocí en la fiesta, hasta que llegó él. Adam se acercó a mí después de haber estado hablando con sus amigos.

—Hola, Eres Lilyan ¿verdad? De mi clase de lengua— Él me preguntó sonriendo, era increíble, su pelo marrón estaba brillante, sus ojos azules grisáceos brillaban al hablar, sus dientes eran brillantes como perlas y se veían cuando sonreía. Era encantador, tanto su apariencia como la manera en la que estábamos conversando. Todo estaba tranquilo, menos mi corazón que latía a mil por hora, la conversación era agradable, las luces hacían el ambiente más bonito y puede que fuera la bebida pero Adam era más guapo cada segundo. Todo marchaba bien hasta que de repente alguien se cruza entre nosotros haciendo que se le cayera la bebida a Adam encima suyo. —Mierda...— Adam se murmuró a sí mismo.—Ahora vuelvo, me voy a cambiar— Él me dijo con una pequeña sonrisa para después dirigirse a lo que supuse que sería su habitación. Miré al chico que se nos cruzó y fruncí el ceño al notar quien era.

—¿Acaso estás invitado, Todd?— Le dije cruzándome de brazos ¿Por qué siempre tenía que estar en medio? ¡Encima en este momento en el que Adam estaba charlando conmigo!

Jason solo me miró y una pequeña y estúpida sonrisa se creó en la comisura de sus labios. —No, pero me da igual. Es divertido colarse en las fiestas y beberse el alcohol del otro— Él dijo, ni siquiera intentando crear ninguna excusa, simplemente dijo la verdad.

—¿Sabías que lo que le tiraste tenía vino? Es muy difícil quitar el vino en la ropa—Le dije molesta.

—Sí, por eso lo hice— Jason me dijo todavía con esa estúpida y satisfecha sonrisita ¿Podria ser mas idiota? Por qué no lo creo, creo que superó el límite hace tiempo.

—¿Por qué eres tan exasperante, Todd?— Le pregunté a lo que él se rio levemente.

—¿Exasperante? ¿En serio? Nadie usa esas palabrejas hoy en día, se usan palabras como "molesto" o "pesado", pero no exasperante, pareces nuestra profesora de lengua que se quedó en el siglo XVIII— Él dijo con un tono de superioridad realmente molesto, odiaba que me hablaran como si tuviera dos neuronas.

—Está bien, eres molesto ¿Así mejor?— Le dije sonando claramente algo enfadada con él a lo que el río.

—Sí, muñeca— Él me dijo guiñandome el ojo ¿Acaso pensaba que era una de esas chicas que se lo quieren liar? Solo me interesa Adam, y aunque no fuera así, no me acostaria con un idiota.

—No me llames muñeca, de todos los apodos coquetos ese es el peor— Le dije molesta para después alejarse de él, no podría durar si un solo segundo más a su lado sin perder la cordura.

Más tarde en la fiesta estaba tranquilamente hasta que un chico me ofreció una bebida, se que no hay que aceptar bebidas de extraños, pero era Leo, el vicepresidente del consejo estudiantil, así que acepté sin dudarlo. Siempre me pareció un chico agradable e inteligente que se preocupaba por los demás.

Después de un par de minutos me sentí algo mareada aunque la verdad no bebí mucho, al parecer mi cuerpo no soportaba bien el alcohol. Me senté en un sillón cercano, donde había dos personas besándose y puede que metiéndose mano, pero los ignoré, me sentía demasiado mareada a lo que un par de minutos después caí desmayada.

...

Al día siguiente me levanté con un ligero dolor de cabeza, claramente no era una resaca, ni idea de que pudo causar ese dolor de cabeza. Después de aclarar mi vista vi que no era mi habitación ni mucho menos, era una lujosa, cara y no tenía ni idea de quién era esa habitación hasta que vi a alguien en el sofá —¿Jason?— No pude evitar decir ¿que hacía en su casa? mejor dicho ¿qué hacía en su habitación? ¿¡Su cama!? Mire abajo y vi que llevaba unos pantalones cortos que no eran míos y una camiseta que tampoco era mía, todo me quedaba grande. Y luego caí, ay díos ¿¡Había perdido mi virginidad con Jason Todd!?

...

= ﹒ Don't Think About Me : (Jason Todd) 罒﹒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora