"𝓢𝓲 𝓽𝓮 𝓵𝓵𝓮𝓿𝓸 𝓮𝓼 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓶𝓮 𝓵𝓵𝓮𝓿𝓮𝓼"
Riki no sabía porque, no lograba entender cómo esa tan extraña pregunta había salido de su propia boca, paso horas acomodando sus rulos junto con su ropa, su mano temblaba al momento de aplicarse su característica loción de Sandía. Se sentía demasiados nervios, pero por otra parte se santia tan emocionado y feliz.
Los estragos del sol junto con los inicios de un bello atardecer se colaba por su ventana, termino de arreglarse y salió de su casa, sus nervios seguían presentes pero poco a poco iban desapareciendo al saber que hoy era un día especial para el.
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No hace falta mencionar que Alvin estaba en la misma situación, solo que el se había preparado con algo más de tiempo. Estuvo 14 minutos escogiendo que ponerse, quería algo casual pero no tan formal, ni tampoco nada informal.
Se acomodaba tranquilamente su ropa a pesar de estar nervioso, era la primera vez que alguien lo invitaba a una cita, sobretodo porque era la persona por la cual su corazón latía tan frenéticamente.
Los brillosos rayos de aquella masiva estrella lo recibieron al momento de salir de su hogar, el lugar no quedaba tan lejos así que decidió por caminar.
𝓒𝓸𝓷𝓽𝓪𝓻é 𝓱𝓪𝓼𝓽𝓪 𝓽𝓻𝓮𝓼 𝔂 𝓵𝓵𝓪𝓶𝓪𝓻é 𝓪 𝓽𝓾 𝓹𝓾𝓮𝓻𝓽𝓪𝓼
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Ambos llegaron al mismo tiempo, los nervios de ambos estaban a tope solo que uno estaba más nervioso que el otro. Ambos entraron a la cafetería y esperaron tranquilamente, hablaron tranquilamente durante un pequeño lapso de tiempo, el nerviosismo había desaparecido por completo al verse el uno al otro, dejaban de hablar un pequeño tiempo y se dedicaban sonrisas, en algunos momentos de tomaban de la mano.
Comieron tranquilamente y por primera vez Riki se sentía feliz, su sonrisa de dibujaba sin que el se diera cuenta, un sonrojo aparecía en sus mejillas siendo incapaz de borrarse y un gran sentimiento de amor invadía el cuerpo de Riki.
Terminaron de comer y pagaron, decidieron dar una pequeña vuelta a un parque antes de que cada quien fuera a su propia casa.
Un hermoso anochecer adornaba la tan linda situación. Se sentaron en una banca mientras hablaban de diversos temas, dejaron de hablar para tomarse de la mano y admirar el silencio cómodo que se formaba.
Alvin acompaño a Riki hasta la puerta de su casa, le agradeció tan hermosa cita, en ambos ojos que se cruzaron se podía ver un lindo destello de amor que ambos se tenían. En un momento rápido Riki tomo a Alvin por las mejillas, uniendo sus labios para formar un tierno besos lleno de dulzura y amor. Fue algo fugaz pero tierno, demostrando su mutuo amor que ambos tenían.
𝓢𝓲𝓷 𝓱𝓪𝓫𝓵𝓪𝓻, 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓻𝓸𝓬𝓮𝓼
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