Introducción

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El joven de pecas estaba sentado en aquella oficina poco arreglada... ¿Qué hacía allí? Pues, en busca de un empleo medianamente decente, en lo que lograba acabar una carrera, y pagar su departamento, había buscado libertad durante años, pero quién diría que ser independiente llevaba ciertas cosas...

— Tenemos un puesto libre como mesero, es en la parte de club nocturno si quieres una paga como la que solicitas — dijo aquel hombre...

— ¿Qué tipo de mesero? — preguntaba Félix, cruzándose de piernas en aquel incómodo asiento...

— El típico meserom llevarás copas a quien las pida, sencillo, y dejarás que te toqueteen — dijo el hombre...

El chico se cuestionó si ese empleo era lo más adecuado, ¿ser toqueteado por hombres?.... No era el plan más digno que tendría... Pero no tenía opciones...

— Acepto — dijo Félix, en forma tímida...

— Hoy por la noche empiezas, tienes que llegar una hora antes para que te alisten, aprovecha de dormir, niño, que tienes que lucir divino para los invitados — dijo el hombre de forma interesada...

Félix sabía bien que límites pondría entre los clientes y él, no iba a ser un chico al cual podrían toquetear en la cama, por eso sabría mantener un límite, luego de algunos minutos salía de aquel establecimiento, rumbo a su departamento, dónde dormiría hasta las seis o siete de la tarde, luego saldría y asistiría a su nuevo trabajo... ¿qué tan complicado podría ser estar en un trabajo nocturno? 

Por otro lado, en un departamento, se encontraba un chico, que lloraba desconsoladamente, era Hwang Hyunjin, no sabía que había hecho para acabar de esa forma, solo... Sin nadie, y en realidad estaba decepcionado de él mismo, ¿tan patético era para llorar por estar solo? ¿A ese punto había llegado?

— Ya no, no volveré a llorar por esto — se dijo a sí mismo el chico, limpiando sus lágrimas y tomando su celular...

Buscó en su lista de contactos a alguien en especifico... Y marcó su número, notando que había respondido...

— Chan, necesito que salgamos — dijo Hyunjin, tan repentinamente que sorprendió al chico que se encontraba al otro lado de la línea...

— No quiero parejas, Hyunjin, no ahora — dijo Chan, riendo...

— ¡No eso! Idiota — decía Hyunjin, bufando...

Si bien Hyunjin era un dulce, también podía ser todo lo contrario...

— Ya, habla Hwang — dijo Chan, algo tímido...

— Debemos irnos a un club nocturno, ¿Qué dices? Hoy puede ser una buena oportunidad — dijo Hyunjin...

— Lamento decepcionarte, pero te acepto la invitación la semana entrante, ¿Qué dices? — dijo Chan...

— Si no queda de otra, bien, entonces la siguiente semana sí o sí salimos, me encargaré de buscar el mejor club para que podamos ir, solo los dos — dijo Hyunjin, emocionado...

Luego de esa tan corta conversación, terminaron la llamada, Hyunjin tenía una motivación en específico, conseguir divertirse e ir a un club nocturno, haber si se fijaba en alguien...

Por otra parte, pasaron las horas, Félix salía nuevamente de su departamento, camino a aquel club nocturno, sentía nervios de solo pensar como sería su primera noche de trabajo...

Al llegar al lugar se encontró con un chico, que lo recibía muy cordialmente...

— Tú debes de ser Félix, yo te arreglaré para esta noche, oh, cierto, mi nombre es Yang Jeongin, un gusto — dijo el chico...

— Sí, soy Lee Félix, un gusto conocerte, Jeongin — dijo el chico de pecas, sonriendo...

El chico arregló bastante lindo y seductor al de pecas, que casi no se reconocía...

A Félix le agradó verse así, pero... Sabía que aquella belleza tendría un pesar y sería el de aquella noche y las siguientes a esa...

El club nocturno abría sus puertas dejando entrar a muchos hombres de una buena posición económica, pero con deseos de complacerse toqueteando a los meseros...

Y como lobos que huelen la carne fresca, muchos hombres solicitaban los servicios de mesero de Félix, y el chico de pecas con tal de tener su paga, no le quedaba más que asquearse ante lo toqueteos de todos los hombres de allí, sintiendo toqueteos en sus piernas, cintura, brazos, todo su cuerpo expuesto y siendo tan vulnerable...

Tan vulnerable ante la maldad del mundo mismo, aprovechándose de un chico que tan solo empezaba a ver el mundo y ahora se veía forzado a sentir los toqueteos de esos ricachones sin escrúpulos...

Algo tenía claro, su límite sería ese, toqueteos y no más, no llegaría a la cama con ninguno...



O eso es lo que cree...


• BABY SAID • |Hyunlix|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora