Y aquí vamos de nuevo. Mi nombre es T/n kagaseyama un apellido raro pero es lo que hay, como ya saben no soy tan sociable en la universidad pero tengo una novia muy linda la cual es Miku Nakano, todavía puedo recordar aquella vez que recibí una bala por salvarla, no fue grave pero todavía tengo la marca.
Fue algo raro lo que hice pero lo ví necesario, al principio yo no podía hacer algo para que nos conozcamos mejor y a ella muy bien que digamos no lograba caerle bien, pero luego del accidente ambos tuvimos una conexión increíble.
A lo largo del tiempo mis sentimientos hacia ella crecieron de golpe, pero no de mala manera si no que fue algo "mágico" e "increíble" porque es una chica fenomenal, y quién diría que ahora estamos juntos como pareja
[...]
-T/n ya debemos ir a la universidad, se nos hace tarde - decía apresurada
-Ya voy
Cómo siempre ambos últimamente hacíamos de todo juntos, pero lo que más me gustaba a mi, era poder caminar con ella todos los días, es algo que me llena de tranquilidad. Ella siempre caminaba sonriente y siempre me hablaba de su día, y al contarmelo con tanta felicidad para mí eran más años de vida.
-Miku debo contarte algo- dije con tono serio
- ¿Que sucede T/n?- dijo algo preocupada
-Veras, en unos días me iré de viaje al extranjero
-¿Sera por mucho tiempo?- Dijo algo deprimida
-Asi es, voy a quedarme allí por unos años por algunos problemas familiares
Mientras le explicaba la situacion mire fijamente a Miku, pero había algo raro en ella, se veía muy deprimida y desanimada
-No tienes por que preocuparte, mírame a los ojos
Nuestras miradas en ese momento se encuentran, ella estaba a punto de llorar, podía notarlo muy fácilmente, siempre sonreía y verla en ese estado me hizo sentirme fatal
-No me hagas llorar- dijo con lágrimas en sus ojos
-Puedes estar tranquila, porque quiero que hagamos algo, te parece?
-Esta bien, pero prométeme que volverás
-Lo prometo, y en cuanto a lo que quiero que hagamos, te parece bien que antes de que me vaya, tengamos la mejor cita de nuestra vida?
-me encantaria- dijo mientras sus lágrimas caían de su rostro
-Enserio lo siento mucho, me encantaría quedarme pero es algo que no tengo elección, por eso quiero pedirte un favor
-¿De que se trata?
-Miku por favor, espérame hasta que regresé, se que es algo que resulta muy difícil ya que no tengo idea de cuando vaya a volver y a encontrarte también, por eso, quiero decirte que por más que estemos lejos te seguiré amando
Miku sin pensarlo se lanzó hacia mi para poder abrazarme y a su vez sus lágrimas caían más y más, sentía su abrazo como si nunca quisiera soltarme, era tan fuerte que no podía reaccionar fácilmente.
Luego de un momento abrazándome ella se tranquiliza un poco pero seguía abrazada a mi
-¡Te esperaré!
Cuando ella respondió a mi favor de esa manera estaba demasiado feliz, debido a esa felicidad del momento lágrimas caían de mi rostro y lo único que hice fue abrazarla muy fuerte
[...]
Días pasaron y cada vez más se acercaba mi vuelo al extranjero, pero no volví a ver a Miku, a veces hablábamos por mensajes pero se me hacía muy raro de lo habitual, por lo que un día antes de irme del país decidí visitar su departamento y fui atendido por su hermana Nino
-¿Que sucede T/n?
-¿Esta Miku?- dije algo preocupado
-Si, está en su habitación, pero no sale hace algunos días, ¿Ocurrió algo entre ustedes? Si es así no te perdonaré por lastimar a mi hermana
-Creo saber el porque de su estado, ¿Podría pasar a hablar con ella? Me gustaría poder darle un regalo antes de irme de viaje
-Si adelante, su habitación está arriba por el pasillo a la izquierda
-Gracias Nino
Una vez dentro de el departamento seguí las indicaciones de Nino, y a su vez pensaba en que decirle y también no sabría si el regalo le gustaría, pero es algo en lo que casi quedó pobre (no miento). Una vez delante de la puerta procedo a tocar varias veces pero no recibía ninguna señal de ella
-Miku, ¿Estás ahí?- dije preocupado
Al no recibir respuesta me dirigí directamente al baño a mojar mi rostro ya que estaba muy nervioso y a la vez preocupado, y volví a intentarlo una y otra vez. Cansado de intentar tantas veces decido sentarme en la pared con la puerta en frente de mi
-Se que debes estar muy triste, debes no, estás triste, pero me gustaría hablar sobre ello, y de hecho tengo un regalo para ti. Hoy es mi último día en este país, mañana ya tengo el vuelo para viajar, por eso antes de irme quería darte esto- Dije con una caja grande en mis manos
Después de hablar y pensar que realmente estaba hablando solo la puerta se abre y ella se lanza a abrazarme, causando que yo me caiga al piso pero no le di importancia y yo también la abrace
-¡Te amo!- dijo mientras lloraba desconsoladamente
-Y yo a ti
No pude evitar no llorar y ambos terminamos llorando en el piso
-¿Ves esa caja? Es para ti, puedes abrirla
-¿Porque tiene agujeros?- me decía mientras secaba sus lágrimas
Luego de decirme eso, algo se asomaba y sacaba la tapa de la caja delicadamente y se escuchaban ruidos provenientes de ahí, yo solo respondí con una sonrisa.
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Al ver la caja sus ojos se iluminaron y los míos al verla se iluminaron de igual manera. Mientras sujetaba su regalo ella no podía contener sus lágrimas, sin duda alguna le encantó
-Este perrito, ¿Es para mí?- decía solloza
-Asi es, Me preguntaba a mi mismo de como estarías si no estuviera contigo en todo momento, por eso quise regalarte este perrito que te acompañará siempre para que no te sientas más sola.
Al escuchar mis palabras no puede evitar darme un beso, y lo acepte con mucho gusto, después de todo, éramos novios. El tiempo pasó y mi último día fue con ella y nuestro nuevo perrito, fue el mejor día de mi vida y estar junto a la chica que amo, lo hacía mejor.
