Serie de los LCW 08 - A Plena Vista

Capítulo 5

Bien, era oficial, Joshua estaba asustado. Él estaba haciendo su mejor esfuerzo para ocultarlo, y sin embargo, pensaba que estaba haciendo un trabajo excelente, pero toda esta misión lo tenía listo para saltar fuera de su piel. Si alguien se hubiera acercado por detrás y le dijera:

― ¡Boo!―, probablemente se orinaría del miedo.

Para ser justos con él, iban tras una Serpiente hasta el culo de mala, y esta era su primera misión, pero Joshua todavía se sentía como un cobarde por estar tan asustado. Especialmente cuando Jeonghan parecía tan fresco, tranquilo y sereno. Infierno, probablemente podría haber creado una bomba fuera del culo del chico y no daría una reacción.

A medida que avanzaban más profundamente en la cueva, se puso más oscuro. Era tan calmante para los ojos de Joshua, que casi dejó escapar un suspiro de alivio. O más bien, habría sido relajante si no hubiera visto todos los cadáveres esparcidos por el suelo.

Pareciera que a Obsidiana le gustaba dejar que su comida se sentara alrededor un rato antes de comer, y él no fue muy específico sobre lo que sería la cena. Había todo tipo de shifters allí, Felinos, Lobos, Ratas... Diablos, incluso había un Hipopótamo, y esas cosas eran condenadamente raros. También había seres humanos y animales muertos regulares ahí abajo, desde un perro pequeño hasta lo que parecía un león que había sido robado del zoológico cercano. Obsidiana había sido un niño ocupado.

El olor era tan rancio que Joshua dijo una silenciosa plegaria de agradecimiento por que Jinhwan no estaba allí con ellos. Sin duda, su hermano gemelo se doblaría y vomitaría en este punto. El olor enfermizo mezclado con el olor de la Serpiente y la tierra no era exactamente una gran combinación e hizo a Joshua querer correr en la dirección opuesta, sólo para poder alejarse de él y tomar una bocanada de aire fresco.

Pero siguió adelante, porque tenía un trabajo que hacer y estaba condenado si iba a dejar que un poco de hedor le hiciera fallar en su primera misión. Quería ser un éxito, tanto que hacer sentir a Jeonghan orgulloso de él y demostrarle a Tate que podía hacer algo más que sentarse en el sofá y ver la televisión todo el día.

Joshua barrió su mirada por el suelo, y entonces lo vio. Era tan delgado que nadie más que él habría visto el alambre de púas a través de un lado de la pared a la otra. Dejando escapar un silbido de advertencia, Joshua se acercó y puso su mano sobre el pecho de Jeonghan para que dejara de avanzar.

― ¿Qué pasa? ―, preguntó Jeonghan, con el ceño fruncido.

―Hay un alambre frente a nosotros. Está a un par de centímetros del suelo y un metro por delante de nosotros.

Sungjong entrecerró los ojos e inclinó la cabeza hacia un lado. ― ¿Dónde? Yo no lo veo.

Sungkyu sacudió solemnemente la cabeza. ―No dudes de Joshua. Me enteré de su don y lo bueno que es. Si él dice que el alambre está ahí, entonces lo está.

Sungjong se burló. ―Vamos. ¿Qué tan buenos pueden ser sus ojos? Es un maldito Omega. Todo el mundo sabe que para lo que son buenos es para ser ojos dulces.

Joshua respiró hondo cuando la ira lo llenaba. ¿Ojos dulces? ¿De quién diablos este tonto Beta pensaba que estaba hablando? Joshua probablemente podría tumbar a Sungjong en una pelea. De hecho, eso le parecía una gran idea en ese momento. Alcanzando su espalda, Joshua comenzó a retirar una de sus cuchillas cortas, pero Jeonghan extendió la mano y agarró el brazo de Joshua evitándolo.

―No―, dijo Jeonghan suavemente.

― ¿Por qué no? ― Joshua gruño entre dientes, todavía tan enojado como nunca.

―Debido a que los dos sabemos que vas a rasgarle en cintas e, idiota o no, lo necesitaremos más tarde.

Sungjong dejó escapar un sonido de indignación. ― ¿Y qué te hace pensar que me va a vencer? Soy un Beta y él no es más que un maldito Omega.