-Aveces quisiera que Rosie me dé del otro tipo de amor y no me tenga compasión-Terminó de contarle Jennie a su amiga quien tenía una mueca de asco
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Otro día en donde la castaña estaba perdiendo la esperanza de obtener lo que quería.Segun sus cálculos hoy era el día en donde la rubia iba al gym y como buena novia obvio la acompañaría, claro que no iría a verla solo para apreciar su abdomen y esas cosas...o bueno tal vez si iba a eso pero nada malo podría pasar ¿verdad?
—Nini me voy—Se despidió la rubia sonriente
—Espera yo iré contigo—Sonrió
Para la rubia era extraño, se supone que a la castaña no le gustaban este tipo de cosas, había solo dos razones por las cuales ella queria ir y solo una era muy obvia, la primera es porque es muy celosa y solo va a cuidarla de cualquiera que se le acerque y la más obvia que es porque quiere verla ejercitarse.
—Wow, eso venir de ti es imposible—Fingió estar sorprendida
La castaña la miró mal
—Y tú venirte en mi es imposible—Apuntó hacia ella
La rubia solo se quedó pensando ¿qué se supone que le dijo la castaña?, hasta ella misma odiaba no saber captar indirectas.
—¿Algún día?—Contesto dudosa
Cuando la castaña escuchó eso se exaltó y sintió como sus esperanzas de obtener lo que quería regresaban a su cuerpo.
—¿Algún día en especifico?—Pregunto la castaña feliz
—No lo sé—Razco su nuca
—Muy mal Rosie—Negó fingiendo decepción
Esa plática nunca hubiera terminado si no fuera por la hora, prácticamente la rubia iría a él gym cinco minutos tarde.
—Rayos es tarde ¿irás o no?—Pregunto rápidamente
—Si iré—Se cruzó de brazos y sintió como la rubia la arrastraba a toda velocidad hacia el coche
Ok cabe recalcar que la fuerza de su novia era inexplicable pues en este momento está sintiendo como su brazo derecho está siendo destrozado por la fuerza que está aplicando.Tal vez quejarse no estaría mal
—Ahh~—Soltó inesperadamente
La rubia abrió los ojos como platos cuando escuchó a la castaña gemir, vamos era un poco vergonzoso escuchar eso parecía una chica necesitada y claro la que quedaba mal era ella misma por que los demás podrían pensar que no tenían vida sexual, cosa que si es verdad pero aveces su orgullo es tan grande que se niega a aceptarlo.
Por otro lado la castaña estaba roja, la rubia la había escuchado gemir inconsistentemente no tenía que darle pena, pero se supone que no debía salir un gemido si no más bien un quejido.
