-Aveces quisiera que Rosie me dé del otro tipo de amor y no me tenga compasión-Terminó de contarle Jennie a su amiga quien tenía una mueca de asco
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La rubia se encontraba en problemas...bueno el típico problema de estrés y enojo, hoy no había sido su día una amiga dejó de ser su amiga porque ella le rechazó una relación amorosa, vamos ella tenía a su nini la ama tanto que por nada del mundo la dejaría, otro problema que surgió ese mismo día fue que sufrió un fuerte golpe en la costilla izquierda, resulta que estaba paseando tranquilamente por el parque y unos niños de 9 o 12 años máximo la golpearon con un balón de baloncesto, según ellos fue sin querer pero la rubia pensaba lo contrario.
Aparte de estresada venía adolorida, que mala suerte
—¡Chaeyoung!—Grito una pelinegra, que era casi de la altura de la rubia
—Lisa—Sonrió adolorida —¿Cómo estás?—Añadio
La pelinegra se le quedó viendo con una ceja levantada
—Acaso te metiste un palo por el cu...—La rubia la calló de manera rápida
—Tu y tus tontas bromas—Bufo frustrada
—Bueno ya no hablo más de eso...—Le mostró su dedo pulgar —Cambiando de tema ¿no le has mostrado a Jennifer tremenda bestia que traes ahí abajo?—Le guiñó
La rubia negó bruscamente
—No se llama Jennifer ¿cuántas veces te lo tengo que decir?—Le enseñó el dedo de en medio
—Wow, tu acción es muy ofensiva—Se burló
—Cállate de una vez porfavor—Cerró los ojos para no perder la poca paciencia que le quedaba
La pelinegra se le acercó lentamente quedando frente a frente
—El paquete que te cargas mide más de 14 centímetros mucho más...—Susurró en su oído
—Genial, solo falta que por la noche me vallas a medir el pene—Soltó una gran carcajada pero se calló cuando vio la cara de su amiga decir "No es broma lo que dices" —No me digas que...—Se sonrojo de un rojo intenso
—Si tuviera la oportunidad de ver una erección tuya, la aceptaría con mucho gusto—Sonrió de forma burlona
—Encerio, alguna día te espiaré y te iré a medir el pene también—Advirtió molesta
La pelinegra solo rio
—Aveces quisiera tener una novia—Suspiró viendo hacia el cielo —Sabes...deberías estar orgullosa de tener una novia tan hermosa— Volvió a suspirar
