Capitulo XII

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Ya había pasado una semana desde aquella salida, donde jugaron a los dardos pero con condiciones de juego, si Slash ganaba Axl lo besaba, y si Axl ganaba tiraba unos dados sexuales y Slash le debía saldar la deuda en un solo día.

Bueno, ya había pasado un mes de eso, casi dos y pensaron que ya era un buen momento para saldar esa deuda.

-¿Axl recuerdas los dados? Ya pasó un tiempo y no sé porque sigo teniendo esa deuda-

-¿No será porque no me dijiste ni avisaste? Igual en ese tiempo no hemos hecho nada sexual y no sé si estábamos descansando de eso-

-En parte era un pequeño descanso, no quiero lastimarte por hacerlo seguido o causarte algún problema a largo plazo mi amor- El de rulos besó suavemente la frente del pelinaranja.

-Si yo no te he dicho que tengo algún problema o algo me duele, estoy bien- Sonrió.

-¿Vamos a mi casa o prefieres hacerlo otro día?-

-Supongo que está bien mañana, ahorita no me siento con tantas ganas...- Esa era solo una excusa, Axl moría de ganas después de no haber hecho nada en casi dos meses, pero quería torturarse un poco para tener mucha más energía mañana. -Esta bien en tu casa, la cama es más cómoda que la mía-

-Entonces, te espero mañana- Slash le dió un beso cálido a Axl y se dirigió a su casa, obviamente ya era tarde.

Aunque al final... Quedaron mejor en casa de Axl.

No era ningún secreto que ambos solían quedarse en casa del otro hasta hartas horas de la noche y después de regresaban, esa plática fue minutos antes de retirarse de casa de Axl.

En el día no hubo mucho relevante, salieron los cinco por unos helados y a una plaza, pero nada fuera de lo común ni nada extravagante.

Axl empezó a pensar en lo que pasaría más tarde y solo con el pensamiento se le empezó a poner dura.

Se dirigió al baño y solo esperó a que la erección baje, no tocó y mucho menos la alivio, la dejó por su cuenta, se estaba tomando en serio lo de torturarse.

Slash no se dió cuenta de esto porque estaba con Steven en una tienda de ropa diferente.

Fuera de eso, el día por fin acabo y llegó la hora de saldar ciertas deudas pendientes que Slash tenía con su amado pelinaranja.

Tocó a la puerta de la casa de Axl y lo recibió un Axl algo sudado con una camisa ancha, Axl solo traía puesto un boxer debajo de la camisa, a Slash le gustaba la vista que tenía de sus piernas.

Esto gracias a que cuando Slash le aviso a Axl que ya estaba en camino, nuevamente una erección surgió en Axl al volver a pensar e imaginar las sensaciones que sentiría cuando su amado haga lo que prometió. Y una vez más, se torturó sin atender su erección y dejarla que se baje sola, la única diferencia fue que decidió desvestirse para aliviar un poco el calor que comenzaba a hacer en la casa.

Slash justamente llegó cuando Axl aún intentaba no tocar ni satisfacese hasta que Slash lo haga, gracias a lo ya mencionado anteriormente, a eso se debía la imagen de Axl al momento de recibirlo.

-¿Axl estás bien?- pregunto un poco confundido el de rulos.

-Sí... Se podría decir que si...- dijo algo agitado.

El de rulos puso una de sus manos en la frente de Axl a modo de ver si tenía la temperatura alta.

-Al menos calentura no tienes, entonces supongo que todo bien- besó suavemente su frente.

-Si que tengo calentura... Quítamela ya...- tragó saliva. -En estos dos meses que no hemos hecho nada... Solo me estuve conteniendo, ni siquiera me he masturbado ni tocado, y ahora supongo que este es el resultado- confesó.

Our Secret | SlaxlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora