La Leyenda del Hijo de Poseidón(A la par con el autor)

Capitulo 46

ULTIMA VEZ:

"¿ Te parece esta razón suficiente, hijo de Poseidón?" Un trueno retumbó en el cielo.

" Lo es", le dije. "Si nada, tendré algunos enemigos menos a los que enfrentarme".

Los ojos de Zeus se suavizaron. "Lo mejor es que te enfrentes a mi padre cuando esté solo. Incluso en su estado debilitado, será un enemigo a tener en cuenta, incluso para nosotros los dioses. Su control sobre el tiempo lo convierte en un enemigo muy peligroso".

Asentí de nuevo. Había visto la lucha de la titanomaquia a través de los ojos de Alexander.

Cronos se había mantenido firme frente a todos los olímpicos mayores, incluso con Alejandro negando activamente el control de Cronos a lo largo del tiempo.

#Acéptalo formalmente.# Dijo Alexander. #Dile que liderarías la búsqueda.#

" Entonces lideraré la búsqueda, Señor Zeus".

" Bien", dijo Zeus. "Nosotros, los dioses, te guiaremos cuando y donde podamos. Elige tu grupo, ya sea de tres o de siete miembros, y prepárate. Recibirás una misión del oráculo en el equinoccio. Que el destino te acompañe, Perseus Jackson".

46. ​​Miedos y familia

PERCY POV

Intrincadas tallas plateadas y doradas en las enormes puertas plateadas brillaban a la luz del sol. La mayoría de las tallas representaban imágenes de animales salvajes y la caza. En el centro de las puertas, las tallas de una puerta mostraban a Artemisa ayudando a una mujer a dar a luz. En la otra puerta, las tallas la representaban matando a los gigantes Oto y Efialtes.

Levanté la mano y llamé con fuerza. Tan pronto como lo hice, sentí que el poder se acumulaba detrás de las puertas y una luz plateada brillaba a través de la rendija entre las puertas.

Un momento después, las puertas se abrieron, revelando a Artemisa de pie con su equipo de caza y un arco colgado del hombro.

"¡Percy!" Sus ojos se iluminaron antes de que su frente se arrugara al ver mi rostro. "¿Qué... qué está pasando?"

"¿Puedo entrar?" Yo pregunté.

"Claro", se hizo a un lado, permitiéndome entrar a su palacio.

Con un chasquido de dedos, la habitación se iluminó con luces y se encendió un fuego en la chimenea.

"¿Ha sucedido algo, Percy?" Las puertas se cerraron con un ruido sordo detrás de mí. "Háblame. Me estás asustando".

Miré fijamente las llamas, lamiendo mis labios secos.

"Tu padre acaba de venir a verme mientras estaba entrenando con Atenea y Ares". Le dije.

"¿Y?"

"Dijo que tengo que liderar una búsqueda".

"Está bien", dijo Artemis lentamente, dando un paso para pararse frente a mí. "¿Qué tipo de búsqueda?"

"Una búsqueda para cazar dioses", respondí, cerrando los ojos. "Los dioses que han traicionado al Olimpo".

"Eso... está bien. Estaré contigo." Artemisa se mordió el labio. "Podemos llevarnos a mi hermano, o a Atenea o Ares, supongo. Los localizaré y nosotros..."

"No puedo llevarte conmigo." Solté. "O cualquier dios para el caso."

" ¿ Qué? "

"Tu padre quiere que sea una búsqueda de semidioses", tomé sus manos entre las mías, pasando mi pulgar en círculos sobre el dorso de su mano. "Quiere que lidere una búsqueda de semidioses para cazar dioses y titanes".