Capitulo. 23

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"Tzu"

"Tzuyu."

"¡Chou!"

Tzuyu se despertó sobresaltada cuando la manta fue jalada, lo que hizo que ella que estaba enredada en ella volara fuera de la cama y cayera al suelo con un fuerte ruido. Se quejó, todavía medio dormida, y miró a Mina y Jihyo de pie encima de ella.

"Tú tienes la culpa que te cayeras" Mina tiró la manta en el suelo. "Hoy es el día, vístete y lleva tu culo abajo para el desayuno."

La alta esperó hasta que sus compañeras se fueran para desenredarse a sí misma de las mantas tropezando sobre sus pies. Hoy era el día. El juicio de Sana. El día en que las cosas podrían llegar a ser 100% más reales.

Diciéndose a sí misma en no pensar en ello, Tzuyu coloco música en sus bocinas para mantener su mente ocupada. Ella se cambió en unos leggins y una camiseta de una banda, poniéndose su chamarra de cuero encima ya que la temperatura decrecía.

Se miró en el espejo, dándose cuenta de lo agotada que estaba. Coincidía con la forma en que se sentía. Suspirando, se echó agua fría en la cara para tratar de despertar. Pero no ayudó de mucho.

En el momento en que puso un pie en la cocina, un tazón de cereales se posó en sus manos. Dahyun le dio una suave sonrisa y apunto con la cabeza hacia sus otras compañeras en la sala de estar. Tzuyu se sentó en la alfombra ya que el sofá estaba lleno, dándose cuenta de que estaba sentada en el lugar habitual de Sana. Se tragó el nudo en la garganta y miró a sus compañeras.

"¿Nerviosa?" Jihyo le preguntó. Tzuyu asintió tomando un bocado de su comida y jugando nerviosamente con un mechón de la alfombra.

"No eres la única" repondio la chica deojos grandes, señalando a las otras dos chicas en el sofá y a ella misma. "Ninguna de nosotras sabe qué esperar."

Tzuyu se mordió el labio. Al menos ella no estaba sola en esto. No sabía qué hubiera hecho si hubiera manejando todo esto sola.

"Gracias chicas" susurró, asintiendo con la cabeza una vez. "No sé qué haría sin ustedes."

"Nos metimos en esto juntas, es justo que lo resolvamos juntas" Dahyun asintió, dando a la chica en el suelo una suave sonrisa. Tzuyu le devolvió el gesto y terminó el resto de su desayuno en silencio. Sin embargo, esto fue una mala idea, ya que sólo permitía que sus pensamientos empezaran a correr

Independientemente de lo que pasara ese día, ella estaría en la misma habitación que Sana. Ella iba a ver su cara, y seguiría tratando de aferrarse a esa simple bendición. Y tal vez, sólo tal vez, ella conseguiría abrazarla.

El viaje hasta el tribunal fue en total silencio, aparte de las quejas ocasionales de Mina sobre el tráfico. Las cuatro chicas estaban extremadamente nerviosas. Tzuyu empezó a morder ansiosamente sus uñas, un hábito que había tenido desde que era una niña.

"Aquí estamos" Mina exhaló. Estacionando el coche, la Japonesa contempló el edificio en frente de ellas y respiró hondo. Al minuto de que Tzuyu vio el nombre del edificio, se sintió mal del estómago. Esto realmente estaba sucediendo, no era sólo un sueño.

Las otras tres chicas se salieron del coche, pero Tzuyu permaneció congelada en su asiento, teniendo toda clase de pensamientos en su mente. Esto era real. Se sobresaltó cuando sintió una mano en su hombro, volviéndose y encontrándose con la mano tendida de Mina para ayudarla a salir del coche. Tragándose el nudo en la garganta, Tzuyu permitió que la otra chica la llevara fuera del coche para así subir las escaleras de la corte.

Amarillo (SaTzu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora