Tzuyu se despertó a la mañana siguiente en una cama vacía. Le tomó unos segundos recordar lo que pasó la noche pasada, y cuando lo hizo se levantó rápidamente y escaneó la habitación. Sana no daba señales de estar en ningún lado.
"¿Sana?" Llamó levantándose y caminando hacia la puerta de su habitación. Hubo un sonido detrás de ella cuando abrió la puerta. Se pausó un segundo y siguió el sonido acabando en frente de su armario. Cautelosamente abrió la puerta de su armario y se encontró con Sana, ampliando sus ojos cuando la vio.
"¿¡Qué estás haciendo?!" gritó sin aliento. Se agachó y la encontró revisando su libro de dibujos. "¿Dónde has encontrado esto?"
"Lo encontré." ella dijo levantándose y sonriendo extensamente. Tzuyu frunció las cejas cuando vio las marcas de rotuladores en las manos de Sana. Ella agarraba el cuaderno de dibujo muy fuerte.
"Es mío." Tzuyu bufó. Caminó de vuelta a la habitación sentándose en el suelo e instantáneamente abriendo la primera página. Su ira era más fuerte cuando se dio cuenta que Sana había cubierto cada uno de sus dibujos con garabatos sin sentido. Horas y horas de trabajo duro y ahora estaban arruinadas.
"¿En qué estabas pensando?" Tzuyu gritó, levantándose y lanzando el cuaderno de dibujos, este pegó en la pared, esparciéndose los papeles alrededor de toda la habitación. Sana al instante se tapó las orejas. "¿Tú sabes cuánto tiempo gasté en esto?" Tzuyu continuó con los brazos cruzados y mirando a Sana en la otra punta de la habitación.
"Son bonitos." Sana asintió levantándose y recogiendo un papel de los que Tzuyu había tirado.
"Eran bonitos Sana, hasta que los arruinaste." Tzuyu espetó. "Justo como las flores. ¿Qué te dije de mantenerte alejada de las cosas bonitas?"
Sana la miro inexpresivamente antes de caminar hacia Tzuyu con un dibujo en la mano. Tzuyu gruño y apartó el dibujo de su cara.
Confusa, Sana inclinó la cabeza.
"¿Chewee?"
"Ese no es mi nombre." La voz de Tzuyu era de enfadada. "No quiero hablar contigo, vete de mi habitación." gruñó señalando la puerta.
Sana dio un paso hacia atrás todavía con el dibujo en la mano.
"Yo... lo siento." miró a Tzuyu suplicante.
"¡No me importa!" dijo agarrando a Sana por los hombros y sacándola al pasillo.
"Déjame sola." dijo dando un portazo en la cara de Sana y asegurándose de que estuviese bien cerrada. Esperó hasta que escuchó pisadas alejarse de su habitación antes de colapsarse en su cama.
El cuaderno de dibujo era el tesoro más preciado de Tzuyu. Nunca dejó que nadie lo tocase. Tenía que estar sola para abrirlo y dibujar en él. Meses y meses de trabajo duro ahora a la basura. La alta se sentó y observo los papeles esparcidos por el suelo. Tenía que haber sabido que pasaría esto cuando dejo entrar a Sana a su cuarto.
Con un gesto de frustración se levantó y recogió cada hoja que había en el suelo, iba revisándolos, pero todos los dibujos estaban llenos de garabatos. Rezaba porque hubiese uno o dos impecables.
Obviamente no lo había. Cada página tenía marcas de rotulador. Un dibujo en particular cazó su atención, sin embargo. El dibujo a medio acabar de las margaritas de ayer. Parecía como si Sana hubiese intentado terminarlo, añadiendo flores encima de los tallos que Tzuyu había dibujado con lápiz. Cerró sus ojos y suspiró, dejando los dibujos de vuelta en el cuaderno y guardándolo.

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Amarillo (SaTzu)
RomanceSana se presenta en la puerta del apartamento de Tzuyu sorprendiéndola a ella y sus amigas por que? por que parece un persona diferente declarando que son sus amigas cuando ella se encargo de hacer difícil la vida de las chicas en la escuela, ahora...