Día de Karaoke
Miku y Len eran amigos desde la infancia, conociéndose a la perfección. Incluso sus familias mantenían una estrecha relación y se conocían entre sí.
Len siempre ha admirado en Miku a alguien capaz de todo; de no ser por su torpeza excesiva, creería que es la mujer perfecta. Desde su juventud, Len ha ayudado a su compañera en los estudios, incluso ahora que es la nueva presidenta. A veces, sin embargo, siente que Miku no lo considera lo suficientemente íntimo como para confiar plenamente en él.
Después de todo el era conocido por ser serio y estricto, en contraste con su amiga, quien destacaba por su personalidad divertida y sociable. A veces, experimentaba cierto malestar al verla rodeada de hombres que buscaban pasar tiempo con ella, y hoy era una de esas ocasiones.
"Vamos Miku ¿no quieres ir al karaoke?" pregunto un chico B, este agarro la mano de Miku para llevarla con el.
"Lo lamento" separó su mano para caminar a mi dirección "hoy saldré con Len" la vi sonreír y agarro mi brazo
"tenemos cosas que hacer en el Consejo hoy" les dije a los chicos que anteriormente estaban al rededor de mi compañera "prueben suerte otro dia"
Tomando la mano de Miku, nos dirigimos juntos hacia el Consejo. Mientras me agradecía, depositó un beso en mi mejilla, lo cual nubló mi mente por un segundo. Sin embargo, fingí que no me importaba, ella solo rió un poco. Pronto llegamos al salón.
Al abrir la puerta, nos encontramos con la secretaria Gumi Megpoid, quien estaba de pie haciendo equilibrio en sus manos, rodeada de velas e inciensos. Intercambiamos miradas con Miku y, de común acuerdo, decidimos cerrar la puerta y abandonar la escena.
"Vayamos al karaoke Len-kun" escuche decirle, estaba sonriente y animada abrazada de mi brazo, no quería decepcionarla por lo cual termine aceptado.
Durante el camino al karaoke, presenciamos varias situaciones notables. Una de ellas resultó inusual: una niña corriendo hacia nosotros. Logré atraparla, evitando así una caída inminente.
"¿Estas bien?" pregunte intentando pararla, ella me miro y luego giro a ver a Miku, comenzando a llorar.
"Mami" gritaba la niña.
"Deberíamos llevarla a una estación de policía" mencionó Miku tomando la mano de la niña y explicarle la situación. Yo solo me límite a observar a la de dos coletas.
No podía evitar pensar en la posibilidad de que Miku sería una madre amable. Después de todo, siempre había demostrado ser afectuosa con los niños. Tal vez podría ser un buen padre junto a ella, pero reprimí esos pensamientos al recordar que éramos simplemente amigos. Bajé la mirada, consciente de que no debía permitir que esas ideas tomaran demasiado espacio en mi mente.
Miku tomó mi mano y la de la pequeña niña mientras nos dirigíamos hacia la estación de policía para informar la pérdida. Después de proporcionar nuestros testimonios, decidimos postergar el plan de ir al karaoke para otro día.
"Me gusta estar contigo Len" dijo, quedé estático.
"También me gusta" dije casi en susurro, ella igualmente lo escucho, lo supe al ver su rostro empezar a generar una de aquellas sonrisas que solo mostraba a gente selecta.
"Entonces iré a mi casa, hasta mañana Len-kun" dijo para comenzar a caminar en una dirección opuesta a la mia, anteriormente solíamos ser vecinos pero por destino terminamos en vecindarios completamente distintos.
"Hasta mañana" dije, ella posiblemente no lo escucho.
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