La amistad entre los Hatsune y los Kagamine se remonta a varios siglos atrás. En la era feudal, esta amistad ya era reconocida por los habitantes de la región. Sin embargo, en pleno siglo XXI, algo estaba cambiando: la tan conocida amistad entre ambas familias se había roto.Pero, qué había ocurrido?
Martes, 07:14 am
"Len, deberíamos comer chocobananas hoy. Escuché que, curiosamente, saben a cebollin. ¿No es extraño?" dijo la primogénita de la familia Hatsune. Su compañero de caminata solo asintió.
Ambos recorrían su trayecto hacia la academia, una rutina que disfrutaban mutuamente. Sin embargo, hoy había algo diferente: una tercera persona se había unido a ellos."Presidenta, si desea, puede venir conmigo."Era Kaito, el as del club de fútbol, conocido por todos. Popular por su físico, Kaito también era famoso por su falta de inteligencia.
"Iré con Len, quizás otro día," contestó Miku.
El chico Kagamine sentía cierta aversión hacia el joven de azul. Desde que supo de su existencia, Kaito no dejaba de molestar a su amiga. Sin embargo, lo que más le molestaba a Len era que Miku no hacía nada para alejarlo.
"Pueden ir juntos si quieren, yo paso," dijo Len, dejándolos a ambos solos.
Miku, extrañada, lo miró sin comprender por qué Len se había ido. Ella había rechazado a Kaito y había explicado que iría con Len. ¿Por qué se habría molestado?
"Es un tsundere," comentó Kaito. "Hatsune, dame la mano."
"Basta"
Martes 13:30 PM
Len esperaba que Miku viniera a comer con él en su lugar habitual, pero en cambio, ella se sentó junto a un grupo de chicas. No le molestaba sinceramente, pero un detalle lo incomodaba: ¿por qué Kaito estaba sentado con ella?
"Iré a comer al consejo," murmuró para sí mismo. No quería ver más.
(...)
"Vicepresidente, qué raro verlo a estas horas," comentó Gumi, la secretaria, vestida con un traje de vaquero.
"Vine a almorzar. Creí que estaría vacío," respondió Len, mientras se sentaba en el sillón para comer. Realmente, él y Gumi no solían hablar a solas, por lo que ambos quedaron en un silencio que pronto fue interrumpido.
"¿Esa no es la presidenta?" preguntó la secretaria, mirando hacia el ventanal. Por instinto, Kagamine también miró.
Kaito estaba besando a Miku.
Intentar adivinar cómo se sintió Len puede ser complicado, pues sus emociones eran intensas y profundas.
Como si su cuerpo tuviera vida propia, Len corrió. Escuchaba algunos susurros y un grito de alguien que decía que no debería correr por los pasillos. Bajó rápidamente las escaleras, provocando que se cayera de ellas, pero eso no le importó mientras continuaba corriendo hasta llegar al patio.
"¡KAITO!"
Gritó Len antes de lanzarse sobre él y golpearlo, dejándolo en el suelo con algunos moretones que empezaban a aparecer.
"Len," escuchó a su lado. Era Miku, quien estaba llorando. Rápidamente se lanzó sobre él para abrazarlo, visiblemente asustada. "¿Te hiciste daño?"
"Estoy bien. ¿Y tú? ¿Qué te hizo él?" preguntó Len mientras correspondía al abrazo.
"Lo siento, Len. Quería que mi primer beso fuera contigo," siguió llorando Hatsune, aferrándose más a él. Len, sorprendido, miró el rostro de la chica. ¿Había escuchado bien? pensó para sí mismo.
"¿Besarme?"
Quizás esto marcara el inicio de la disolución de la extensa amistad entre aquellas familias, pues en el futuro solo serían una.
Kaito, quien yacía en el suelo, suplicaba piedad mientras Len y Miku seguían abrazándose sobre él.
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