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Al día siguiente odié mi reflejo ante el espejo porque unas horribles ojeras lo adornaban. Siempre las odié y en este momento más porque hoy era la sesión de fotos y me veía horrible.

Pude ocultarlas un poco con los productos para la cara que siempre usaba y gracias a los dioses si se pudo un poco disminuir su opacidad bajo mis ojos. Eran las siete con veinte minutos exactamente y desayunada ya estaba, Flor me había mandado mensaje que Lucas, su chófer, pasaría por mí y que ella ya estaba en Buenos Aires y que me esperaba en el estudio.

Justamente cuando acepté promocionar con la marca, me habían dicho que serían fotos junto a dos actrices argentinas para el día de hoy y mañana con tres actores, no conocía a nadie de ahí porque sobre películas y series estaba muy alejada y sobretodo en una ciudad que no conocía, pero sería un buen inicio para conocer nuevas personas.

Tomé un par de cosas y lo puse en mi bolso, del que siempre llevaba a todas partes, aún no me había dado tiempo de sacar todo de las maletas y acomodarlo y me causaba conflicto que estuviera así, definitivamente hoy después de llegar a casa acomodaría todo esto porque ahora no me daría tiempo.

Y es que también estaba que me moría del sueño, no había descansado nada ayer por culpa del vecino y apenas tuve dos horas para dormir, eso no es nada para lo que estaba acostumbrada a dormir en toda la noche. Me hice otro café, por si las dudas y lo puse en un termo porque no me daría tiempo de degustarlo correctamente en casa. Para esto ya habían dado las siete con treina y cinco minutos y sabía que probablemente Lucas este por llegar así que tomé mis lentes y me los puse, aunque si había logrado difuminar las ojeras aún se veían un poco y no me gustaba.

Cuando salí justo le di un sorbo a mi café y cuando me dispuse a bajar las escaleras una voz y unos pasos arriba captaron mi atención y me detuve, esperando que fuese una imaginación.

—¿Llamar a la policía, eh?—miré hacia arriba y lo ví, bajando en pijamas y con las manos en los bolsillos.

Suspiré y tragué saliva antes de hablar, era tan temprano para hablar con él, juraba que no le guardaba rencores a la gente, pero es que este tío sí que me ponía cabreada.

—Yo no jugaba con que lo haría—volví a tomar de mi café—déjame adivinar, ¿estabas esperando a que yo salga para encontrarme casualmente y reclamarme? Que considerado, debería darte las gracias—le miré a través de mis lentes, veía que ahora estaba a tan solo unos escalones de mí y venía algo serio, sin esa sonrisa burlona que tenía ayer.

—Te crees muy importante, Rubita—sin sacar sus manos de sus bolsillos siguió avanzando hacia mí—a mis amigos casi se los lleva la policía por estar tomando, ibas a ser una responsable de eso ¿es un logro?

—Logré que quitaran la música, entonces, sí que lo es—le sonreí, ahora el que hablaba en serio era él y la que tenía la ironía era yo, disfrutaba de esto, la verdad—y ya no te quito más tu preciado tiempo que has gastado en mi al esperarme, pero me tengo que ir ya.

Terminé de bajar las escaleras por completo y cuando estuve en el living saludé a la chica de la recepción y salí del edificio. Aunque a mí también me había tocado pagar un mal, al menos le di su merecido al chico este, que por cierto, había sido una mala suerte encontrarmelo dos veces en un mismo día. Un par de minutos después de que salí llegó Lucas en un Mazda 3 Sedán rojo, precioso a mi parecer.

Abrí la puerta y le saludé de un beso en la mejilla. Lucas era un chico que trabajaba como chófer de Flor y también mío y me caía súper bien, era un chico super encantador y siempre te hacía plática de todo, absolutamente todo.

—¿Cómo te ha sentado cambiar de ciudad?—me preguntó cuando subí al carro después de habernos saludado con su típica sonrisa contagiosa.

—Horrible, no me ubico por ninguna parte, la última vez que vine a Buenos Aires ni siquiera la recuerdo ¿podés creerlo?—le dije entre risas y él también rio, me sorprendia que él si conociera más de la ciudad—¿vos ya habías venido aquí?

—De aquí soy—me dijo con una sonrisa. Vaya que yo no sabía eso y me sorprendí, yo siempre pensé que también era cordobés como yo o como Flor, pero equivocada estaba porque era de la misma capital.

Todo el resto del camino fue básicamente de Lucas contándome acerca de su vida, la verdad es que entre todas las personas que me rodeaban en esta industria jamás había conectado tan profundamente como con él y cada vez que me contaba sobre su vida sus ojos brillaban. Este chico era muy lindo.

Pero tuvimos que parar la conversación cuando llegamos a la empresa de la marca, me despedí de él y me bajé del auto, mirando las instalaciones y a Flor que me esperaba afuera. Corrió hacia mí y me saludó rápidamente con un beso.

—Luna, las actrices ya están dentro, vamos—se apresuró a tomar mi mano y adentrarme al edificio. Pasamos por un largo pasillo lleno de fotos de personas famosas que modelaban para la marca y el decorado tan espectacular que tenían las paredes me hizo sonreír de lo asombrada que estaba.

Así seguimos caminando Flor y yo hasta llegar a una sala dónde supuse que era el estudio de la sesión de fotos. Cuando entré vi los vestidores y muy atrás una pantalla verde dónde supuse que era que íbamos a tomarnos foto. Flor me llevó a un lugar dónde estaban la pila de ropa colgada y habían dos chicas que estaban siendo maquilladas, eran quizás, las actrices con las que modelaría, no me quejaba pero pensé que serían más chicas aunque estas si que estaban muy lindas la verdad.

—Mira, Luna—dijo Flor—ellas son Valentina y Carolina—las recién nombradas se levantaron después de haber terminado su maquillaje y yo me quité los lentes, esperaba que no se vieran tanto las malditas ojeras.

—Hola, un gusto, soy Luna Fernández—dije y a cada una saludé con un beso. Las chicas sí eran lindísimas, bellísimas, en verdad.

—Ansiaba por colaborar con vos, no sabes—me dijo al parecer, Carolina. Lo supuse porque tenían un gafete como cada quién tenía, que la distinguía.

—Sí, no sabes, ella todo el tiempo decía lo mucho que le gustaría conocerte—sonrió y yo sonreí de vuelta. La verdad que no podía creer que dos chicas de tan alto prestigio mundial querían conocer a alguien como yo que no era tan influyente en el mundo del modelaje.

La conversación con ellas fluyó de lo más normal y hasta intercambiamos números, hablábamos como si nos conociéramos de años y la plática fue de lo más cómoda.



























La conversación con ellas fluyó de lo más normal y hasta intercambiamos números, hablábamos como si nos conociéramos de años y la plática fue de lo más cómoda

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carolinkopelioff: Fue un placer conocerte chica, si antes pensaba que conocerte sería lo mejor ahora lo sostengo

valentinazenere: Necesito una salida urgente con vos!!!!

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⏰ Última actualización: Jan 30 ⏰

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