Espejos

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Después de que Mary tomara algunos cuchillos, observó a su alrededor, sintiendo que había alguien más, aunque no le dio mucha importancia. Probablemente había alguien escondido bajo la mesa. Mientras sostenía dos cuchillos al mismo tiempo, intentó salir de la casa por la puerta. Al abrirla, se encontró con un vacío absoluto; la oscuridad era total y se escuchaban gritos de personas suplicando por sus vidas, como si estuviera en el infierno. Mary cerró la puerta con violencia y cayó al suelo, furiosa. Los cuchillos quedaron a su lado mientras se agarraba el cabello con desesperación y susurraba para sí misma debido al estrés.

— "Mierda, mierda, mierda, mierda"—

estaba tan enojada y estresada con todos por haber aceptado ir con ellos que no noto que una sombra venía hacia ella, a un conservaba el pedazo de papel en uno de sus bolsillos, se mordía fuertemente los labios hasta el punto de hacerlos sangrar, sus ojos temblaban de irá, se llevó todas sus dedos hacia la boca y arranco uña por uña, la sangre comenzó a brotar por cada una, sintió el corazón palpitar en todos sus dedos, con una mirada baja se levantó con fatiga, recogió uno de los cuchillos que había dejado caer y se tiro con agresividad hacia aquella sombra, con el cuchillo lo apuñaló más diez veces y a pesar de que la sombra había explotado y sus órganos hubieran salido volando, está continuaba apuñalando a la nada, la irá la consumía lentamente, tanto así que no sentía dolor en sus dedos, después de algunas horas se levanto del suelo, y camino sin rumbo, tenía que descubrir como salir de aquella casa o lo que fuera en realidad.

Ya con el nuevo sāto (zacky) que se encontraba en el vacío negro al igual que Lee y Alejandra, este estaba mirando hacia la nada, era agobiante estar en completa oscuridad, esto le molestaba y frustraba a Zacky. Estaba recostado en el piso, de repente sintió como el suelto de aquel lugar temblo, un poco asustado se levanto, de pronto unos espejos salieron del suelo y lo rodearon, todos reflejaban su rostro, los espejos comenzaron a romperse uno por uno muy lentamente cada que se hacía una grieta en el espejo se escuchaba agonizantes y horrosos gritos de personas, al igual que el cuerpo de Zacky se cortaba, era horrible sintió todo su cuerpo cortado. No eran cortadas normales, en vez de que se abrieran y votarán sangre como normalmente sería, estás se marcaron por todo el cuerpo de Zacky, las cortadas se convirtieron en líneas negras, las líneas negras se convirtieron en marcas, la misma marca que tenía el pedazo de papel que llevaba Mary consigo, Zacky se termino desmayando por el dolor, los pedazos de vidrio que se encontraban en el suelo se unieron y se podía ver claramente a Alejandra, que estaba profundamente dormida desde adentro del espejo.

Mientras tanto con Lee, no sabía que hacer, estaba aburrido. Por alguna extraña razón el lugar donde se encontraba le resultaba extrañamente familiar, se encontraba sentado en el suelo al lado del cadáver que había asesinado, sentía que había una forma de salir de ahí pero no sabía cuál, así que se paró de donde estaba y miro a su alrededor buscando el corazón que le habia sacado a aquella cosa, estaba a lo lejos, se dirigió a ella pero cada vez que se acercaba el corazón estaba aún más lejos, intento correr hacia el pero no podía alcanzarlo, despues de muchos intentos se rindió y suspiro, de la nada apareció una niña pequeña de cabello corto y ojos cafés, tenía la mitad de su rostro tapado con su cabello, sostenía un peluche de tela que estaba mal gastado, la niña con curiosidad le pregunto a Lee

— “Tú.. ¿tú también estás perdido?” — preguntó la niña observándolo mientras a un sostenía su peluche

— “¿Desde cuando estás aquí, niña?” — Lee le respondió en un tono preocupante mientras la a miraba con lastima

— “He estado aquí desde hace mil años exactamente” —dijo con una sonrisa en el rostro. Estaba contenta de saber que no era la única atrapada en ese lugar.

Lee tomó a la niña en brazos sin preguntar. —“Desde hace rato quieres llorar, ¿verdad? Puedo sentir tu tristeza y angustia solo con mirarte a los ojos,”—  le dijo. Luego se recostó en una esquina, permitiendo que la niña llorara mientras la abrazaba. Hacía frío, y la niña se quedó dormida junto a Lee, sin saber que ella era una de esas sombras.

La última cena de Navidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora