Narración desde la perspectiva de Lee en el "sueño":
"En mis sueños, aparece una chica muy extraña, un destello fugaz en la oscuridad de mi mente. Su cabello está enredado como sombras y sus ojos brillan intensamente. Parece flotar entre dimensiones desconocidas, llevándome a lugares donde nada tiene mucho sentido."
"Cada noche la veo caminar por paisajes extraños. Me observa con una profundidad inquietante, como si estuviera escudriñando mis pensamientos más ocultos. A veces habla en voz baja, pero sus palabras son incomprensibles, como si contara secretos a la nada."
"Esa chica misteriosa tiene algo misterioso, y sus acciones dejan más preguntas que respuestas. A veces parece tocar la realidad, como si jugara con los sueños de otros mundos. Intento entenderla, pero cada vez que creo hacerlo, se escapa."
"Al despertar, la imagen de esa chica extraña persiste en mi mente, como si formara parte de otra realidad."
“¿Acaso estoy volviéndome loco?” me dije a mí mismo mientras flotaba en el vacío negro, sintiendo como si me estuviera ahogando.
(Fin de la narración)
De repente, Lee despertó agitado y sudando frío; aparentemente, había dejado de respirar mientras dormía. Afortunadamente, el alma de la niña con la que había estado antes lo había despertado. Miró a su alrededor, pero Mary no estaba allí.
Lee permaneció en silencio unos minutos, sin ganas de levantarse. Finalmente, se levantó de la cama, se dirigió a la puerta y la abrió. Antes de salir, dijo en voz alta:
— ”Gracias..”
Se refería a la niña que lo había despertado, aunque no podía verla.
Al salir, no sabía qué hacer, simplemente estaba en shock mirando al vacío. A lo lejos, escuchó a Mary gritar mientras era perseguida por varias sombras. Ella llevaba un cuchillo y le gritó a Lee desde lejos;
— “ ¡¡QUÍTATE DEL MEDIO, IMBÉCIL!! ” —
Gritó mientras se volvía para enfrentar a las sombras que la seguían, a punto de morir frente a Lee.
De repente, una persona apareció detrás de Lee y se colocó frente a Mary. Llevaba una pistola y disparó varias veces. Lee, sorprendido por la acción, cayó de rodillas. Nunca había matado a alguien, mucho menos a algo como eso.
Lee apartó a Mary bruscamente y miró a la persona en silencio, intentando procesar lo ocurrido. Al darse cuenta de quién era, murmuró
— “¿Shio?”
[......]
—“Primero, explícame cómo es que no estás muerto, y segundo, ¿cómo conseguiste un arma? Nunca imaginé que fueras capaz de tener una o de tan siquiera matar.”—
Lee le ofreció un vaso con agua caliente.
—“Ehh, no... no sé, solo recuerdo estar bajo la mesa de la cocina y que todo se volvió negro. Luego escuché disparos y me di cuenta de que había matado a esas cosas...”—
—“Sabes, eso no es muy creíble.”—
Comentó mary desde la puerta, un tanto molesta, lo miró con desdén.
Shio estaba sentado en la cama, mientras Mary vigilaba desde la puerta y Lee permanecía de pie en el centro de la habitación, aún asombrado por lo ocurrido. El ambiente se volvió incómodo y tenso.
—“¿Saben qué? Yo me voy. No confío en ninguno de ustedes. No los odio, pero tampoco los considero amigos o compañeros. Si tienen algún problema con matar esas cosas, no duden en gritar y decir mi nombre. Puedo tenerles desprecio, pero no soy una mala persona.”—
Dijo mary en un tono serio, mirando hacia la nada, se dirigió a Shio antes de irse.
“Shio, ya dejé claro que no confío en ti. Pero tal vez, solo tal vez, fuiste poseído por una de esas sombras. Realmente no lo sé, es solo una teoría. No diré nada más, así que me voy.”
Mary se alejó para explorar la horripilante casa donde estaban atrapados.
Ahora, solo quedaban Lee y Shio en la habitación. Estaban asustados y desorientados, Lee empezaba a perder la cordura. El estrés era abrumador. Shio, deprimido por lo que le había pasado a sus amigos, se puso a llorar. Lee, incapaz de consolarlo, estaba frustrado; no había forma de salir de la casa, tenía hambre y no había dormido bien debido a las pesadillas. Todo parecía irse al traste. Lee sintió un escalofrío recorrer su espalda, como si algo estuviera detrás de él. Era la niña de nuevo, venía a decirles algo.
—“Hola, deberían salir de esta habitación lo más rápido posible...”—
La voz de la niña, quebrada y difícil de entender, provenía de detrás de Lee.
Shio había visto a esa niña en sus sueños, llamándolo, pero cada vez que se acercaba, todo se volvía negro y despertaba. Se negaba a creer que fuera real, pensando que solo era una coincidencia.
Shio y Lee sintieron un fuerte temblor en la habitación y algo los golpeó con tal intensidad que cayeron al suelo, quedando inconscientes.
—"Oh no, escaparon..."—pensó la niña antes de desvanecerse.
