III

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Sergio se cambió la ropa por algo más cómodo y se despidió de Max alegando que quería un momento a solas, se marchó en el auto menos llamativo y partió hacia la ciudad. Viajo menos de diez minutos hasta llegar a Port Hercule donde estaciono su auto y entro a uno de los edificios, como ya lo esperaban lo dejaron pasar sin mayor problema, entro al elevador y marco el último piso. 

Al arribar al pent-house se adentró a la sala que tenía vista al mar, ahí vio a Charles bebiendo algo de vino.

— Hola

El otro volteo y le devolvió el saludo con un murmullo, Checo se sentó enfrente suyo y se sirvió una copa que empezó a beber inmediatamente.

— ¿Qué vamos a hacer? — Charles le miró fijamente — Necesitamos separarlos.

— Lo sé, Oscar dice que esperará al cumpleaños de Rafael para casarse. Ya le die que aún son niños, que no debería de pensar eso, incluso peleamos y él esta necio y aferrado a hacer eso. Discutí con Max y él me dice que Oscar es un buen chico, que será un gran alfa que cuidará de su familia ¡Y no lo dudo! Pero esto es… — tomo otro trago para quitarse el sabor amargo — ¿Y tú?

—  Yo también hable con Rafael y con Carlos, pero él está ciego o tonto. Le pedí a Carlos que me ayudara y me dijo que quiere mandarlo a España con sus abuelos hasta que inicie la temporada, pero nos da miedo que se escape.

— Liam sabe sus planes, pero le es leal. Necesito presionarlo.

— Carlos está inquieto, me pregunta cuál es el problema de que estén juntos. Dice que no apoya la idea de su matrimonio pero que si mantendrá su postura con el noviazgo.

— Estoy igual, todos se enojaron conmigo porque me niego a aceptar eso… Dios — se tallo el rostro desesperado — ¿Qué haremos?

— No sé — Charle se levantó de su asiento y empezó a caminar de un lado a otro —, me preocupa que ellos estén…

Sergio sintió un asco horrible que al parecer el otro también percibió, debían detener esto.

— Es momento de decirles.

— ¿Qué? — Checo se levantó alterado y camino hacia el monegasco — Charles, ¡piensa con la jodida cabeza! ¡¿Cómo vas a hacer eso?!

— ¡¿TIENES UN MEJOR PLAN?! ¡¿EH?! ¡ELLOS NO SE SEPARARÁN POR NADA DEL MUNDO! ¡LOS DEMÁS ESTÁN DE SU LADO!

— ¿Y qué harás Charles? ¿eh? — Sergio estaba casi histérico y temblando — ¡¿Iras a decirle toda la verdad a Max y a Carlos?! ¡¿Contarle a tu esposo que sus sospechas eran ciertas y qué no estaba enloqueciendo de celos?!¡¿QUÉ TU HIJO SE ENAMORÓ DE SU PROPIO HERMANO?!

— ¡CÁLLATE! — Charles grito azotando su puño contra la mesa haciendo que el silencio se instalara— Escucha Checo, nuestros pecados nos están persiguiendo y nuestros hijos pagaran el precio, no podemos fingir simplemente que esto no está pasando.

— Charles — Sergio tomo su rostro para hacer que lo viera —, Oscar, mi niño se llevara lo peor de esto. Si no piensas en nosotros o siquiera en Rafael o Carlos, está bien; pero piensa en él que también es tu sangre, tu hijo. ¿Acaso no dimensionas el daño que le puedes causar a él? ¿El repudio que tendrá de parte de Max y su familia? ¡¿O siquiera cómo la prensa se lo comerá vivo?! — derramo algunas lágrimas que fueron limpiadas por el otro —. Podemos pensar en algo más, pero eso no, sería como tomar un arma y matarlo.

—Está bien, entiendo eso y créeme que no quiero que eso le pase a nuestro hijo. Oscar es lo más preciado para mí, lo amo con toda el alma, pero ¿Y si utilizan otros métodos? ¡Tal vez intentan tener un embarazo!

— No creo, Rafael no los decepcionaría de esa manera y Oscar sabe que Max no le perdonaría aquello… Pero si tratan de, te aseguro que no lo tendrán — tomo las manos de Charles, estaban frías —. Haré que Oscar se vaya al extranjero a estudiar, Japón, Rusia ¡o el Tíbet!… No sé, pero lo quiero lejos.

— Checo —su voz sonaba cansada, sus ojos se veían tristes — ¿Alguna vez pensaste que esto nos alcanzaría?

— Deja de pensar en ello, necesitamos estar atentos en lugar de lamentarnos por algo que no podemos alterar. No podemos cambiar el pasado, pero si el futuro, así que, si queremos mantener todo como esta, debemos morir con ese secreto. Dentro de unos meses solo será un terrible recuerdo y hasta nos reiremos, pero necesitamos pensar en el presente y su solución ¿Está bien?

Charles asintió, se veía pésimo.

— ¿Qué le dijiste a Carlos? 

—  Que necesitaba aire, los tres estábamos alterados que ni siquiera le importo.

— ¿Entonces no sabe de este departamento?

— Claro que no, si lo sabe sus sospechas volverán y no quiero de nuevo a ese Carlos. Este lugar solo lo conocen tú y mi abogado, de ahí en fuera nadie.

— Bien, entonces podemos reunirnos aquí en algunas ocasiones y luego buscar otro lugar más privado. Aunque lo mejor sería que no nos viéramos mucho o van a comenzar a especular, no queremos que Carlos te vuelva a poner un detective o que alguna foto se filtre.

— Tienes razón, la última vez casi nos descubren… ¿todavía tienes tu otro número?

—  Sí, por ahí hablaremos de esto. Yo haré que Pato y Liam me tengan informado, tendremos que seguir con nuestra posición de que aún son jóvenes y de amor no se vive.

— Yo ya sé cómo controlar a Rafael, o bueno, trataré. ¿Ya te vas?

—Sí, hoy fue un día horrible y necesito un descanso antes de enfrentarme a cuatro personas cuestionándome — se acercó para darle un beso en la mejilla, pero se detuvo, solo se alejó despidiéndose con la mano —Adiós.

Escucho un leve “Adiós” cuando se subió al elevador. Llegó a la recepción y deseo una buena noche al guardia, se subió a su coche y manejó a casa.

¿Qué iba a hacer? Una culpa que no había sentido en años le invadió; había traicionado a sus hijos y a Carlos ¿y todo para qué? Diecisiete años de nada, de estar ocultos entre las sombras para no destruir reputaciones y apellidos.

— Chingada madre.


. . .

Holi, ¿Otra actualización? Si.
Espero actualizar semanalmente para no dejarlos en el limbo.
¡Espero les guste!

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