El Escudo Invencible ( Mr. Satan en Tate no Yuusha)

Capítulo 3 (Amenazas)

El héroe del escudo, Mr. Satán, había ideado una estrategia para evitar el trabajo duro de derrotar monstruos y subir de nivel. Utilizando a su grupo de semihumanos, cuyos niveles superaban el 60, delegaba la tarea de debilitar a los monstruos más peligrosos mientras él intervenía para el golpe final, defendiendo con barreras y su escudo quimera. Esta táctica lo llevó rápidamente al nivel 40, pero se encontró con el límite de experiencia.

La solución al estancamiento llegó cuando los habitantes del pueblo le informaron sobre la Subida de Clase, un método para romper el límite del nivel 40 y seguir ascendiendo. El único inconveniente era que requería el permiso de la familia real. Mr. Satán, siempre ingenioso, concibió una estratagema para obtener dicho permiso. . . . . .

Días después, Mr. Satán se encontró en el castillo, desafiando la seguridad de los guardias que, a pesar de temer sus supuestas hazañas épicas, intentaban impedirle el paso. Finalmente, llegó a la sala del trono, donde se enfrentó al rey con su característica sonrisa arrogante. El rey, molesto, intentó ordenarle que se fuera, pero la risa insolente de Mr. Satán solo intensificó su enojo.

Mr. Satán: (riendo) ¿Te parece divertido desafiar al héroe del escudo rey?

El rey, furioso, se negó a otorgar el permiso para la Subida de Clase, considerándolo una imprudencia. Sin embargo, Mr. Satán, con malicia, le advirtió sobre las consecuencias devastadoras para el reino si no obtenía lo que quería.

Mr. Satán: Si no me das el permiso de inmediato, tu reino volará por los aires.

El rey, temeroso, recordó las supuestas hazañas de Mr. Satán, desde ser campeón mundial de artes marciales hasta derrotar a superdemonios que amenazaban su mundo. Mr. Satán, continuando su relato lleno de mentiras, se atribuyó la caída del meteorito, la victoria sobre el jefe de la ola y la derrota sin esfuerzo del héroe de la lanza. El rey, aunque asustado, se negó a conceder el permiso.

Mr. Satán: ¿Realmente quieres arriesgar la destrucción de tu reino? Podría hacer que todo vuele en un instante.

El rey, impulsado por el odio, se mantuvo firme en su negativa, incluso cuando Mr. Satán amenazó con que la capital comenzaría a volar por los aires. En ese momento, sin embargo, un repentino cambio en el clima sorprendió a todos en el castillo.

Desde el castillo, se observó cómo nubes negras se formaban y un tornado apareció específicamente en la sede del ejército. Caballeros y estructuras fueron lanzados por los aires, creando un caos total. El ruido del desastre resonó en todo el castillo, dejando a la audiencia atónita.

Mr. Satán, incrédulo, observaba el fenómeno desde el castillo, pero rápidamente ideó cómo capitalizarlo a su favor. Atribuyéndose la creación del tornado, se presentó ante el rey, afirmando que continuaría con tales actos destructivos si no obtenía el permiso real. El rey, acorralado y temeroso de más desastres, ordenó que le escribieran un permiso especial.

Poco después, con la firma y el sello del rey en sus manos, Mr. Satán abandonó la sala del trono con una risa burlona.

Mr. Satán: Tan fácil como eso. Deberías agradecerme por no haber destruido tu reino.

El rey, lleno de frustración, lanzó cosas contra las paredes y maldijo al supuesto "demonio del escudo". Mientras se alejaba, Mr. Satán se dirigió triunfante a la iglesia donde se encontraba el reloj de arena, el lugar de la Subida de Clase. . .

Al entrar, exigió que le realizaran la Subida de Clase, pero las monjas se negaron, alegando una orden del rey de que ni él ni su grupo podían subir de clase. Mr. Satán, riendo con desprecio, afirmó tener el permiso real en sus manos. Las monjas y sacerdotes, incrédulos, le pidieron ver el permiso. Al confirmar su autenticidad, pero también amenazándolos con ejecuciones, las monjas y sacerdotes cedieron ante el temor. . .