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ㅤㅤㅤㅤSUS OJOS se encontraban brillosos, su labio inferior temblaba y la tristeza comenzaba a aparecer en él. ‹ ¿Qué hice mal? › Se preguntaba tortuosamente mientras recordaba aquél video en dónde aparecía su pareja besandose con otro hombre, ¿Él no era suficiente? Su corazón dolía, y sus manos ya hasta sangraban por los pellizcos que se provocaba.
Agradecía estar lejos del grupo para que ellos no lo vean tan débil, llorando por una infidelidad que su novia había hecho, ¿Qué debía de hacer? ¿Ser valiente y hablarle de eso? ¿O fingir que no vió el vídeo y seguir con ella como si nada? Negó, él no podía estar con alguien que había traicionado su amor y confianza, claro que no.
── ¿Matías? ── Escuchó de repente, dió un salto y no quiso darse la vuelta, no cuando las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos. ── Eu, nene.
Una mano se posó en su hombro y notó cómo Esteban lo observaba con total preocupación. Solo atinó a desviar el rostro, no deseando que este lo mirase en esos momentos.
── Hey, ¿Pasó algo Mati? ── No respondió y simplemente se quedó sollozando.
Unos brazos lo rodearon y él correspondió totalmente el abrazo, llorando al fin y desahogandose. ── Me duele... ── Confesó mientras apretaba la chamarra del hombre.
Esteban no comprendía, no sabía porqué el menor se encontraba así, pero aún así lo abrazó con fuerza, deseando darle ese lugar seguro para que Matías se desahogue con paz.
── Tranquilo...el dolor pasará. ── Intentó consolar el adulto, recibiendo negación entre llantos, confundiendolo más. ── ¿Qué ocurrió Matías? ¿Quién o qué te hace doler el corazón?
Matías no sabía si responder, sus pensamientos le dicen que no sea dramático, que no sea un llorón. Pero le dolía, le lastimaba el corazón y no sabía cómo sobrellevar aquél sentimiento horrible que había comenzado a sentir por culpa de una infidelidad.
── Me mintió...── Confesó al fin, Estaban lo miró sin comprender. ── Ella me engañó.
Y al fin comprendió el dolor del jóven, lo miró con una comprensión y lo abrazó con más fuerza, acarició sus cabellos medianamente largos y desordenados, susurrando desde lo más profundo de su corazón un; "Todo estará bien..." Esteban sabía que no ayudaría en nada, no ayudaría en quitar ese dolor, pero si en hacerle saber que no estaba solo para sufrir, que lo tenía a él.
── ¡Me duele...! ── Gritó con dolor.
Él lo sabía, sabía que lo que sentía Matías debía de dolerle el corazón, pero para eso estaba él ahí, para que no duela mucho, para que no sufra solo.
── Mati, vámonos a tu cuarto, para que llores con más tranquilidad y los chicos no se enteren. ── Matías asintió, lo que menos quería era que los demás lo vean así.
