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ㅤㅤㅤㅤㅤLOS DÍAS PASABAN y los mensajes en su teléfono no se detuvieron en ningún momento. Aquella mujer que él tanto amó y confió lo llevaba acosando desde el momento en que decidió mandarle un simple "Terminamos." Sin darle explicaciones, y es que, ella debió de haber suponido que él sabía algo, pero parece que no sabía al estar rogándole.
── ¿Mati? ── Alguien lo llamó y desvió sus ojos de su teléfono, notando a aquél chico alto.
── Blas, ¿Qué onda? ── Saludó con un intento de sonrisa, pareciendo más una mueca que sonrisa.
Notó cómo el de rulos se sentaba a un lado suyo con un semblante serio, algo que lo confundió al ver siempre a ese chico con una sonrisa en su rostro. El silencio se hizo presente por unos segundos, algo que dejó ansioso al Recalt sin saber que es lo que diría el más alto.
── ¿Está todo bien? ── Aquella pregunta lo dejó sin habla, no pensaba que le preguntaría aquello. ¿Qué debía de decirle cuando ya sentía el nudo en su garganta?
Carraspeó y asintió. ── Todo bien, ¿Por qué esa pregunta? ── Un resoplido se escuchó por parte del de rulos, sintiendo como sus brazos eran agarrados por las manos ajenas.
Cerró sus ojos al sentir un poco de dolor, al momento de abrir sus ojos notó la cercanía del rostro del azabache, tragó duro la saliva que se había acumulado en su boca y nervioso desvió sus ojos.
── Matías... ── Su piel se erizó, Blas nunca había dicho su nombre de tal manera.
Sentía como el aliento del Polidori chocaba con sus labios, su cuerpo temblaba, sintiéndose pequeño ante la mirada intensa que le daba su amigo.
── ¿Chicos? ── Se escuchó de repente, Matías observó a Juani, quien los miraba confundido.
La mirada de Matías suplicaba por ayuda, por lo que de manera rápida el de ojos azules se acercó al más bajo, agarrándolo de los brazos y sacándolo de ahí, sin darle alguna explicación al modelo.
── ¿Qué estaba pasando ahí?
Matías negó, sin saber él tampoco de lo que estaba pasando ahí. ── Ni la menor idea. ── Respondió mientras sonreía nervioso.
── Vamos, los chicos nos estaban llamando para tomar mate.
Matías soltó un suspiro cansado y antes de poder negarse ante la invitación, Juani ya lo tenía arrastrando del brazo, siendo llevado por obligación al cuarto de Fran, quién decidió hacer la juntada en su cuarto.
── ¡Llegamos! ── Soltó Juani mientras ingresaba al cuarto con un Matías con un rostro de pocos amigos.
Para sorpresa de los dos Argentinos, Blas ya se encontraba ahí, sentado y tomando mate como si nada hubiera pasado.
