J;
Esta personalidad vino de fábrica.
Desde pequeña fui una niña planeada, el resultado de un matrimonio. Mi inteligencia y habilidades eran innegables, destacándome en todos los aspectos de mis cortos años de vida. Sin embargo, una pregunta persistente rondaba en mi mente: ¿Dónde estaban mamá y papá?
"Trabajando", respondía mi nana cada vez que preguntaba.
El dilema radicaba en que siempre estaban trabajando. ¿Puedes creer que no tengo recuerdos con ellos en mi infancia? No tuve una familia convencional y tuve que aceptarlo.
A pesar de la ausencia de mamá y papá, no me faltó amor. Mi nana y mi abuela se encargaron de llenarme con el afecto que mis padres no podían darme (porque no, ningún regalo y ninguna niñera podía sustituirlos).
Descubrí entonces, desde temprana edad, que estaba destinada al abandono. Si mis padres, quienes supuestamente debían protegerme, no lo hacían, ¿Qué podía esperar del resto?
Pronto llegaría mi hermano, y si ya me sentía excluida de su atención, ahora me sentía abandonada. Veía como mamá se desvivía por él. ¿Por qué conmigo no? ¿Qué tiene él que no tenga yo? ¿Por qué mamá no puede quererme así?
Los regalos y las niñeras serían el gran escudo de mis padres luego de unos años, cuando los reclamos por la falta de atención salieran a relucir.
¿Es que no se daban cuenta que a los únicos que necesitaba era a ellos?
Esta personalidad experimentó el abandono desde pequeña. Nunca entendió por qué, si sus padres la amaban tanto como decían, nunca estaban a su lado.
Con amor, C.
ESTÁS LEYENDO
50 Personalidades Y Algo Más
RandomEn el vertiginoso vendaval de emociones que es la vida, me veo envuelta en el eco persistente de un pasado que se resiste a desvanecerse. ¿Cómo lograste dejar una marca tan profunda en mi ser? Eras solo una ráfaga fugaz en mi existencia, pero tus hu...