Tú me dices
"Eres como el tiempo, porque solo así puedo recordarte"
Yo te digo
"Eres como el viento, porque estás conmigo sin afectarme"
Me sonríes,
músculos apretándose como con mis manos
(como si te agarrara la boca y te la estirara)
símbolos faciales fuera de mi comprensión.
Yo te pregunto,
amalgamándome con tu brisa,
veraniega y de estruendos relajantes
"Quién eres?"
Y tu silueta se va transformando,
y tus recuerdos se me van resbalando,
(dama de estos sueños, centella de mi abismo)
"Se podría decir, que soy como tu tiempo"
Me contesta fascinante tras el contorno de mi eco,
elocuente y fugaz como un estallido de fiebre.
Su cuerpo es un reloj de arena caminando por un rayón de viento,
va anunciando una tormenta.
