Confesiones de amor [Meanie]

[3]

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Por muchos motivos, Mingyu no fue difícil de encontrar.

Había que partir por comentar que era bastante alto (detalle que le gustaba más de lo que debería), y tendía a hacer que las personas a su alrededor parecieran simples hobbits, por lo cual, sí, se veía. También, y más importante, es que en serio estaba viendo a los patos, ahí, parado al lado del lago, con silenciosas lágrimas arrancando de las esquinas de sus ojos, las cuales secaba de forma rápida.

"Estoy tan enamorado de él" pensaba con pesar, pues la imagen solo podía apretujar su corazón.

Así que bien, le dió diez minutos para que meditara lo que tuviese que meditar de los patos, pero viendo que su estado no mejoraba, Wonwoo decidió acercarse a él.

—¿Este es el momento en que me dices que en tu vida pasada fuiste un pato y lo acabas de recordar? —preguntó con suavidad, abrazando su cintura por detrás y recostando su mentón en su hombro (en serio, amaba su altura).

Mingyu soltó un ruido ahogado secando sus mejillas.

—Claro que no, estás loco —murmuró con su voz mimada, haciendo a Wonu sonreír.

—Solo bromeo, en tu vida pasada fuiste un perro —le dió un beso en su mejilla antes de separarse y hacerle girarse para quedar frente a él. Tomó sus mejillas para que le mirara directamente—, entonces, ¿porque finges que los patos son interesantes y lloras?

Sus manos podían sentir lo calientes que se comenzaban a volver las mejillas de Mingyu.

—No estoy llorando... —murmuró desviando su mirada, porque obviamente Gyu no podía mirarle a los ojos y mentir.

Gran gigante bobo.

—Entonces... —miró el cielo buscando las palabras ideales. Rápidamente las encontró—, ¿que hizo que saliera agua por tus ojos?, por motivos que claramente no son llanto.

Mingyu le miró estirando sus labios y frunciendo el ceño, pero pudo notar como se rindió con sus palabras, bajando la mirada.

—Porque te tenía preparada una sorpresa —murmuró, y Wonwoo se tragó el comentar que eso ya lo sabia, pues Gyu no sabía hacer sorpresas y estuvo desde el día anterior diciéndole que le tenía algo preparado—, y... Al parecer solo los raros se declaran con cartulinas el 14 de febrero... y tener público haría que aceptaras por presión social...

Cada añadido a esa frase fue una puñalada directa. Wonwoo solo pudo alzar sus cejas, mirando sin palabras al muchacho.

Mierda.

Bien, había hablado de esto con su terapeuta, en serio. Tenía siempre esta manía por burlarse de asuntos que no eran de su interés y que cuando los comentaba con otras personas, estos se sentían identificados con la situación de la que se burló y él quedaba como un idiota sin sentimientos.

Repitió la escena de hace un rato, ahora con otros ojos. Una pareja declarándose en el parque, él burlándose, y Mingyu, quien tenía preparado lo mismo, sintiendo su corazón de cachorro romperse, teniendo que correr con patos para poder llorar, porque era un chico con un corazón bastante sensible que no podía estar cerca del chico que le gustaba porque, aparentemente, este pensaba que era un raro.

"Soy un monstruo", pensó.

Miró con lástima a Gyu, quien nuevamente hacía pucheros con sus ojos brillantes.

—Ugh, lo siento —se acercó arrepentido, rodeándole con sus brazos, sintiendo como Mingyu se encorvaba todo para quedar oculto en sus brazos—, soy un idiota, y sabes que digo esas cosas a la ligera. No quería hacerte sentir mal, perdóname, Gyu.

Kim negó con su cabeza.

—Está bien, solo decías lo que pensabas... —incluso si decía eso parecía que su voz se rompería, cosa que hizo sentirle aún más culpable.

—Hey, no... Ósea, si, es un poco raro que sea con público y todo eso —dijo, separándose un poco—, pero fui un tonto, en realidad si lo haces tu me parece bastante dulce —confesó, y aunque internamente si, seguía pensando que era raro, la verdad era que imaginar a Mingyu decorar una cartulina con aquella boba y trillada frase era... tierno. Era raro, pero Mingyu era raro y aún así le encantaba.

—¿En serio? —preguntó Mingyu dudoso, y Wonwoo asintió con seguridad.

—Totalmente en serio —declaró con seguridad—, me gustaría cualquier cosa en la cual gastes tu tiempo y lo hagas pensando en mi. Y no iba ser bajo presión conmigo, porque obviamente me gustas, Mingyu —añadió con sinceridad, sonriendo mientras le miraba a los ojos, aunque claro, pronto se encontró jadeando bajito—, ¿estás llorando de nuevo...?

Kim secó sus mejillas con fuerza.

—¡S-sabes que soy sensible!

Wonwoo solo pudo apretar sus labios antes de estallar en risas, ante el rostro avergonzado de Mingyu solo pudo tomar sus mejillas para atraerle a un dulce beso.

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