Capítulo 7

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Suspiré mientras agachaba la cabeza y miraba mis ambas manos que se encontraban en mi regazo, jugando entre sí.

Mi abuela se había retirado de mi habitación hace unos minutos luego de que yo no pronunciara palabra alguna. No tenía ganas de hablar, especialmente sobre lo que mi abuela quería saber.

Me levanté de la cama y caminé en dirección a la ventana, tomé la delgada tela entre mis dedos y la movi para poder mirar por la ventana. Aún estaba lloviendo, no tan torrencialmente como antes pero, aún. Miré la casa que se encontraba al otro lado de la calle y observé que habían luces encendidas en el primer piso, las cortina se encontraban despejadas de las ventanas por lo que pude ver que habían niños corriendo por todos lados, pude ver que también estaba adornada la casa con muchas cosas de colores, también pude ver a mi tía y mi tío, a algunos rostros femeninos y masculinos adultos que jamás había visto en mi vida, pero supuse que eran los padres de los niños que corrían por todos lados. Al parecer el cumpleaños de mi pequeña prima ya había comenzado.

Realmente no tenía ganas de salir pero, por lo menos haré un intento de ir y compartir un rato con las personas que se encontraban ahí.

Cubrí la ventana con la cortina y caminé a mi armario. Saqué de éste unos vaqueros azules y una camiseta de rallas negras y blancas manga larga. Abrí el cajón inferior y saqué un sostén blanco.

Entre en el baño y me vestí. Tomé el pijama de Tom & Daly y salí con éste en las manos del baño. Lo tiré en mí cama deshecha, tomé mis botas negras y me senté en colchón para luego, meter mis pies dentro de estos. La camiseta que llevaba puesta, era muy delgada así que, tomé una chaqueta negra que se encontraba colgado en la silla de mi escritorio y me lo puse. Tomé mi celular de mi velador y lo guarde en el bolsillo trasero de los vaqueros.

Bajé las escaleras y cuando llegué al primer piso me di cuenta de que mi abuela no se encontraba en casa. Iba a salir de mi casa hasta que recordé que olvidaba el regalo de Abby. Subí corriendo las escaleras y cuando llegué a mí habitación tomé mi húmeda mochila que se encontraba en el suelo y abrí el bolsillo superior, saqué la arrugada bolsa que decía "Hamleys Toys Store". Salí nuevamente de mí habitación y bajé las escaleras. Abrí la puerta la cerré inmediatamente. Caminé rápido por el cemento húmedo debido a que no quería mojarme y cruce corriendo la calle cuando vi que no había vista de algún auto deambulando en la calle. Corrí lo que me separaba de la casa dónde había una fiesta de cumpleaños, subí los dos peldaños de el porche. Toqué la puerta con mis fríos y un poco lastimados nudillos y espere impaciente a que abrieran la puerta. Debido a que estaba lloviendo aún. Espere unos segundos pero no abrían. Había ruido adentro, por lo que era difícil que escucharan la puerta. Recordé que había timbre y lo presione con mi dedo índice. Comencé a mover mis piernas por el frío mientras esperaba. A los segundos después escuche pasos y la puerta se abrió.

-Casey, pasa, pasa. -Dijo mi tía cuando me vio ligeramente mojada. Entre y mi cuerpo fue envuelto por el cálido calor que irradiaba la chimenea que se encontraba en un rincón del living de la casa.

-Te traigo algo para que te seques o-

-Estoy bien, sólo un poco húmeda. -Dije mientras asentía -De todas maneras, ¿Podría ponerme a un lado de la chimenea para secarme?

-Claro que sí, no tienes que preguntar querida, sabes que esta es como tu casa -Dijo mientras me entregaba una dulce sonrisa.

De alguna manera, nunca me he sentido muy cómoda hablando con mi tía. Lamentablemente ella es físicamente igual a mi madre, o más o menos como yo la recuerdo. Sociológica y mentalmente, no se parecen en nada. Por suerte. Ella siempre a sido muy amable conmigo, y lo aprecio pero eso no quita el hecho de que se parezca físicamente a mi madre.

New experiences |H.S| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora