Peculiar

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Peculiar

A Naruto no le parecía raro no haber visto a Hinata en unos días, después de todo ella tenía mucho trabajo y algunos otros casos se agregaron, dándole más asignaciones a otras parejas que estaban bajo su mando.

Mejor expresado, si la había visto, pero sólo habían cruzado saludos cortos, antes de que ella huyera...

Naruto expulsó humo por su nariz mientras hacía una mueca. No era la mejor expresión, ella no huía. Hinata era constantemente llamada por los detectives y aunque había mujeres en el departamento, eran más bien escasas. Él había notado las miradas hambrientas disimuladas de los hombres, a algunos los había cazado viendo el trasero respingon de Hinata. No los culpaba, ella tenía uno muy lindo y las faldas o pantalones que usaba, hacían que las miradas fueran allí cuando ella se volteaba.

Tomó su taza de café cuando estuvo lista y apagó el cigarrillo mientras volvía hacia la puerta. Se detuvo de golpe al ver a la mujer en la que estaba pensado. Hinata tenía los brazos cruzados bajo su pecho, sus ojos fijos en él. Su expresión no era amistosa.

—¿Sucede algo?— preguntó al no poder leerla.

—¿Hay algún avance en Hereje?

Naruto suspiró mientras tragaba el líquido caliente, lo cierto es que no habían tenido muchos avances. Todo lo que habían intentando, los llevaba a callejones sin salida. Él había investigado a Chiyo, pero la anciana estaba totalmente sola, sin hijos y ni siquiera iba a la iglesia. Era una anciana solterona, que jamás se había casado.

— Nada—, gruñó también sintiendo la impotencia que mostró la cara de Hinata.

—¿Y Gaara? ¿Consiguió algo?

Naruto negó con la cabeza. Gaara había seguido la sugerencia de Hinata, sobre la inicial "S", pero como ya habían planteado, eran demasiadas opciones. Él siguió tomando su café, mientras veía que ella se perdía en sus pensamientos mientras apoyaba su indice bajo su regordete labio inferior.

Se mojó los labios de repente secos al ver ese gesto. No podía olvidar su sabor, ni el fuego que parecía haber en el interior de su jefa. Hinata aparentaba ser delicada, a primera vista, pero si la observaba mejor ella tenía una manera de pararse, de moverse.. ella era una depredadora. Podía compararla con una pantera, tenía esos movimientos fluidos y suaves, movimientos sensuales pero llenos de peligro. Su cuerpo se puso tenso, y sus ojos se abrieron algo asombrados al sentir como su estómago se apretaba y su polla comenzaba a llenar de sangre.

Bajó la mirada a su taza de café, tomándose todo el contenido de una vez. Estar solos, en la misma habitación no era inteligente, él podía sentir las chispas de pasión, encenderse, cada vez que ella se acercaba.

—¿Hinata?

Naruto levanto la mirada cuando escuchó a Haku hablar. Notó cómo le daba una carpeta con una pluma a Hinata, mostrándole algún documentó que ella leyó rápidamente.

— Gracias Haku, bien hecho—, ella sonrió y se movió para apoyar la carpeta en la mesa del pequeño comedor que contaba la estación.

Hinata se inclinó y firmó rápidamente el documento, Naruto frunció el ceño al ver cómo los ojos almendras de Haku iban a su trasero que apuntaba hacia él. Sus dedos se apretaron en la taza, pero no duro mucho. Hinata se levantó y se volvió para darle el documento.

— Por favor, llévalo a su lugar— le dijo con una sonrisa.

El pálido rostro de Haku se coloreo y asintió para salir rápidamente de allí. Hinata suspiró mientras se giraba hacía él, otra vez. Su mano en su cintura mientras le daba toda su atención.

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