Albedo: La supremacía de un alienígena

Nada del Doble.

Por fin... Con este campo de alteración genética podré salir del tormento constante de ser un humano insuslo, solo un poco más y podré volver a sentir todo en mi maravillosa forma Galván.

Un resplandor verde inundó el cuarto un segundo seguido de un grito.

-Mono araña- dijo un Aracnochimpancé el cual sabía perfectamente que se traba de Tennyson transformado.

-O mejor...- dijo presionando la placa en su pecho brillando una vez más y cambiando a su evolución -mono araña supremo-. Grito golpeandose el pecho con fuerza.

Trepó con agilidad sobre un generador llegando más cerca de mi.

-Vas a arruinarlo todo- sabía que era inútil razonar con el supuesto individuo digno del Omnitrix, pero aún así trate de hacerlo.

-Si ese es el plan- respondio el Aracnochimpancé evolucionado escalando hasta llegar a mi, pero el muy ingenuo al atravesar el campo se convirtió en su insípida forma humana sin entender que pasaba.

-¡Ay no!, creo que debo hacerlo por las malas- dijo lanzandose hacia mi comenzando un forcejeo y un intercambio de golpes mientras rodábamos fuera del campo. Aunque de una patada me lo quite de encima volviendo al centro de la máquina Tennyson volvió a sacarme haciendo que calleramos ambos, me aferraba con toda mi fuerza pero el colgaba de mi evitando que pudiera reincorporarme.

-No irás a ninguna parte- alzo la voz Tennyson con una supuesta convicción muy desagradable para mí.

Antes de que pudiera contestarle cualquier cosa la máquina generadora brillo enormemente explotando con violencia.

Al momento de recobrar la conciencia mire a mi alrededor y ahí estaba Tennyson junto a sus amigos cubiertos por un capo violeta hecho por la prima ingenua. Trate de levantarme pero no me sentía muy bien, al tocarme mi cabeza sentí... Cabello.

-¡Nooo!- como pude me reincorpore viéndome aún en la forma humana de Tennyson, nada había cambiado, seguía siendo el doble de este mono subdesarrollado, apestaba a sudor y mi estómago gruñía de hambre.

-¡Mira lo que hiciste!- completamente exaltado grite mirando a Tennyson y sus amigos.

-Te detuvimos, eso hicimos- contesto muy seguro de si aunque seguidamente volteo a ver a sus amigos con confusión -pero exactamente, ¿que hicimos?- dijo mirándolos.

-La máquina se veía delicada por lo que le di un par de golpes para descomponerla- contesto Kevin intentando sonar despreocupado.

-Pudiste haber hecho que esos explotará y destruyera todo bellwood- le regaño la mandona prima de Tennyson.

Mientras ellos se seguían regañando y alabando por sus acciones Hugh y los demás se acercaron a nosotros.

-Albedo, ¿Estás bien?- dijo Hugh ayudándome a levantar por completo, a su lado Quilo el Necrofriggiano e Iri el Methanosiano.

-¿Como fue que esto paso?- cuestione sumamente frustrado.

-Es culpa mia Albedo, yo los traje aqui- me contestó Hugh apenado.

-¿Por que hiciste eso?- volví a preguntar más exaltado.

-En casa no soy nadie, pero aquí en la tierra soy una celebridad... O al menos me parezco a una.- contesto viendo a Tennyson algo apenado

Mientras lo veía dar ese pobre intento de disculpa me molestaba más y más sabiendo que gracias a todos ellos estaban atrapado y sin ningún tipo de salida momentánea de este cuerpo. Lo peor también era que había intentado cambiar mi ADN para convertirme en algo distinto como se suponía debía hacer el campo de alteración pero no podía hacer absolutamente nada.