Albedo: La supremacía de un alienígena

Perdido

Llevaba más de dos horas caminando en lo que parecía un interminable laberinto, no sabía en qué momento esa mujer me había metido aquí o por qué pero el lugar era a pesar de todo lo malo un poco agradable y familiar, solo había flora por todos lados y a pesar de ser tranquilo, en realidad no me sentía en paz el lugar se notaba inquieto debido a fuertes rafagas de aire y por mas que caminaba no encontraba forma alguna de llegar al final, camine por lo que parecieron ser horas y aun asi no habia nada que me dijera si estaba remotamente cerca del final, de la nada escuche a alguien hablar.

-Seria todo un honor poder trabajar con usted señor- escuché a mi voz a la lejanía decirlo.

La sorpresa me duró poco por lo que fui corriendo girando en todas direcciones hasta encontrarme una fuente de agua, al acercarme note mi reflejo que se distorsiono hasta mostrarme algo imposible... Era un laboratorio y Azmuth estaba en el, hablando conmigo, era el día en que me pidió trabajar con el pero algo estaba mal a lado de el no estaba yo en mi forma Galvan si no en esta asquerosa forma humana. Ese dia fue el mas feliz de mi vida, al fin era reconocido como la mente mas brillante por otra mente brillante como la de Azmuth pero el gusto duro poco, siempre lo hace. El agua se puso turbia ya no dejandome ver nada, me sentia confundido de exactamente donde estaba y lo que estaba pasando, mirando a todos lados observe que entre la malesa de este laberinto habia una tenue luz violeta que se perdia por lo larga que era, trate de seguirla pero un ruido de ramas rompiendose me dejo helado, al voltear observe a un Galvan pero este era muy alto y estaba encorbado mirandome con ojos rojos, tenia largas piernas esqueleticas al igual que los brazos, me miraba para despues saltarme encima, por poco me atrapaba pero logre girar para escaparme de el y comence a correr.

-Que carajos es esoooo- dije completamente exaltado.

La bestia rugio como si me estuviera contestando, corriendo en sus cuatro extremidades alcanzdo velocidades demasiado altas para mi seguridad. Al girar en una esquina trate de esconderme metiendome parcialmente en un arbusto, ese intento de Galvan giro igual que yo pero se quedo a unos metros de mi mirando fijamente donde estaba yo, torcio todo su cuerpo en una extraña pose que dejaba sus brazos clavados en la tierra y su piernas se balancearon haciendo una especie de palanca hasta arrancar un gran trozo del suelo que en un solo movimiento avento a donde estaba, el impacto me saco de entre la maleza haciendome caer de rodillas y la cosa volvio a correr para llegar a mi, como pude volvi a girar metiendome a la malesa por la parte de abajo haciendome muchisimos rasguños y rasgandome toda la ropa hasta que logre salir por el otro lado aunque la criatura en todo mi intento trato de alcanzarme con sus garras fallando hasta que logro hacerme sangrar de el brazo izquierdo, el ardor eran impresionante, aun asi escuche como a pesar de estar del otro lado la criatura corrio buscando otra forma de llegar a mi, me levante como pude pero mi brazo sangraba demasiado y aunque trate de arrancar trozos de mi chaqueta para poder hacerme un torniquete la sangre era demasiada, sentia que a cada segundo esa cosa estaba mas cerca de mi por lo que aun sin haber logrado detener mi sangrado corri en alguna direccion aleatoria esperando encontrar algo util, en cambio encontre otra fuente de agua que casi de inmediato me demostro otro fragmento de mi pasado... En el dia que conoci en persona a Ben Tennyson cuando se enfrento a ese Mecamorfo Galvanico defectuoso, el habia logrado destruir mucho en mi hogar Galvan prime y aun asi se habia salido con la suya casi por completo solo faltandole poseer el Omnitrix ese dia, pero como todos fue detenido por ese mocoso de 11 años en ese entonces que lo envolvio en su imitacion de tadenita con su transformacion de Petrosapien "Diamante" logrando detenerlo, despues de ese dia le habia pedido a Azmuth que me diera la oportunidad de tener un Omnitrix ya que era mas que obvio que su actual portador era incompetente ante todo el potencial que tenia el arma mas poderosa de la existencia, el me dijo "que solo podia existir un omnitrix", nunca estuve mas en desacuardo con todo lo que estaba diciendo respecto al tema, las cosas terminaron mal y me hecho de su... laboratorio para siempre.

La fuente volvio a hacerse turbia y el crugir de varias ramas me advertian que esa cosa estaba cerca, lo mas rapido que pude me escondi abajo de uno de los tantos e inmensos matorrales viendo como esa criatura llegaba y me buscaba en todos lados hasta que llego a donde yo estaba, contuve la respiracion sintiendo con muchisima fuerza mi corazon latir mientras gotas de sudor escurrian por mi rostro, la criatura se agachaba lentamente casi como si disfrutara el momento hasta que un ruido a la lejania hizo enderezarse a la criatura y comenzar su carrera de nuevo. 

Casi podia escupir mi propio corazon cuando comence a respirar nuevamente y al tratar de salir mis brazos se vieron detenidos por multiples ramas, al voltear un poco el rostro note una linea morada brillante a unos metros mas de profundidad del matorral donde me encontraba, rompi las ramas de mi brazo derecho con pura fuerza bruta y me estire hasta alcanzar dicha luz, al tocarla pude escuchar una voz a penas audible pero que reconoci como Charmcaster, me senti mas y mas molesto hasta que logre agarrar la linea morada para despues tomarla y arrancarla. Al tenerla entre mis manos note que era una raiz que perdia su brillo hasta volverse negra y desacerse, donde antes estaba unida comenzaba a hacer eso mismo pero de forma mucho mas rapida, pronto una fuerte explosion se sintio a la lejania y antes de entender que pasaba la criatura me saco bruscamente de mi escondite, me alzo por encima de su cabeza con su mano esqueletica, me miro unos segundos y con su otra mano libre me agarro de las piernas dispuesto a a partirme a la mitad a la lejania se veia una onda expansiva que estaba a punto de acalnzarnos, al igual que el limite de mi resistencia corporal, escuchaba y sentia como mis huesos y la carne comenzaban a seder y a desprenderse, gritaba desesperadamente y cuando crei que por fin lograria su cometido la onda nos alcanzo aventandonos lejos. Cerre mis ojos dejandome llevar por la inconciensia viendo por ultimo el suelo acercandose a mi.