Jairo se encontraba en su habitación, sentado en la cama, con la mirada fija en el suelo. De repente, se levantó y se dirigió hacia Jere, que estaba apoyado en la pared, con una sonrisa en su rostro."Jairo, de verdad quiero pedirte disculpas por lo que paso" dijo Jere, con la voz llena de emoción gracias al peso que sentía que se había quitado de encima. "Sé que no actué bien y obviamente te voy a entender si no me quieres perdonar, pero te extraño, no dejo de pensarte."
Jairo lo miró sorprendido, golpeando el hombro de Jere con su mano despacio, como si estuviera interpretando una broma. Pero Jere no se rió, su mirada era seria.
"Pero Jere" respondió Jairo, sin dejar que Jere terminara de hablar.
Jere quería hablar pero se calló, esperando a que Jairo continuara. La expresión de seriedad proveniente de Jere se desvaneció poco a poco, reemplazada por una expresión de sorpresa y confusión debido a la confesión del mayor.
"Jere, necesito decirte que me duele lo que pasó. Me sentí muy herido por tus acciones y me costó trabajo entender por qué lo hiciste. Espero que puedas reflexionar sobre lo que sucedió y entender el daño que me causaste. Me has enseñado que no siempre conocemos a las personas como creemos y eso me duele. Solo quiero que sepas cómo me siento y que espero que puedas encontrar la manera de hacer las paces con tus acciones y no te voy a mentir a pesar de los meses me sigue doliendo como el primer día que me entere de ese beso".
Jere no podía creer que hubieran pasado 12 meses desde el beso forzado con la novia de Jairo. Aún recordaba la sensación de confusión y culpa que lo había abrumado por bastante tiempo. Pero lo que más lo atormentaba era el hecho de que su corazón aún latía por Jairo. Se había enamorado de él hace tiempo, pero nunca había tenido el valor de decírselo. Y ahora, después de lo que había sucedido, sentía que había perdido toda oportunidad de estar con él. Se sentía atrapado en un infierno de sus propios sentimientos, sin saber cómo escapar. Quería pedirle perdón a Jairo, quería explicarle lo que había sucedido, pero temía que Jairo lo rechazara, que no pudiera perdonarlo. Y lo peor de todo era que no sabía cómo vivir sin él, sin la esperanza de que algún día podrían estar juntos.
"Dime algo, po' Jere" dijo Jairo, mirándolo a los ojos.
Jere se encogió de hombros, sin saber qué decir. No se esperaba que Jairo le dijera eso, no sabía cómo reaccionar.
"Es que no esperaba que me dijeras eso" dijo Jere finalmente "No sé qué responderte".
Jairo se calló, esperando a que Jere dijera algo más. Pero Jere no dijo nada, solo lo miró con una expresión de inocencia.
Jairo abrió los ojos lentamente, parpadeando para sacudirse el sueño. Se estiró en la cama, sintiendo el alivio de que todo hubiera sido solo un mal sueño. Pero al mismo tiempo, una parte de él todavía estaba enojado, todavía sentía la herida de la traición. No iba a perdonar tan fácilmente al pelinegro, no después de lo que había pasado.
Se levantó de la cama y se dirigió al baño, donde se miró al espejo y se lavó la cara. Todavía podía ver la imagen del menor besando a su novia en su mente, y se sentía enfermo. No sabía cómo podía haber sido tan estúpido, cómo podía haber confiado en él.
Salió del baño y se vistió, todavía pensando en lo que había pasado. Había pasado un año y un par de semanas de toda esta pelea pero no quería hablarle no todavía, no estaba listo. Necesitaba tiempo y tranquilidad para procesar sus emociones, debido a esto se dispuso a revisar sus redes sociales acostado para relajarse y darse un tiempo de sus pensamientos. Su "tiempo" duró poco. El sonido de la puerta lo interrumpió, alguien estaba llamando. y gracias a esto Jairo se levantó molesto
"Ya voy" exclamó Jairo, mientras se dirigía a la puerta principal de su casa.
Por otro lado Jere se detuvo frente a la casa de Jairo, nervioso y emocionado al mismo tiempo. No había visto a Jairo desde la pelea, y no sabía qué esperar. Pero sabía que tenía que intentar hablar con él, para explicar lo que había pasado y pedirle perdón.
Respiró profundamente y caminó hacia la puerta, tocando el timbre. Esperó un momento, y luego escuchó pasos acercándose. La puerta se abrió, y Jairo se detuvo en el umbral, mirándolo con una mezcla de sorpresa y cautela.
"Jere", dijo Jairo, su voz neutra.
Jere se sintió un poco decepcionado por la falta de calidez en la voz de Jairo, pero sabía que no podía esperar que todo volviera a la normalidad de inmediato.
"Hola", dijo Jere, intentando sonar calmado. "¿Puedo hablar contigo un momento?"
Jairo lo miró durante un instante, y luego se hizo a un lado, permitiendo que Jere entrara en la casa. Jere se sintió aliviado de que Jairo estuviera dispuesto a escucharlo, y se preparó para explicar todo lo que había pasado.
Jairo cerró la puerta detrás de Jere y lo siguió al salón. Se sentó en el sofá, sin invitar a Jere a sentarse, y lo miró expectante.
"¿Qué quieres, Jeremías?" preguntó Jairo, su voz aún fría.
Jere se sentó en la silla frente al sofá, nervioso. "Quiero hablar contigo sobre lo que pasó", dijo. "Quiero explicarte lo que sucedió con la Catalina".
Jairo lo miró con escepticismo. "No creo que quiera escucharlo", dijo.
Jere se inclinó hacia adelante, ansioso. "Por favor, Jairo, escúchame. No fue lo que parecía. Ella me besó, yo no quise..."
Jairo lo interrumpió, levantando la mano. "No me importa qué pasó exactamente. Lo que importa es que me traicionaste, Jere. Me traicionaste y me mentiste".
Jere se sintió herido por las palabras de Jairo, pero sabía que se lo merecía. "Lo siento, Jairo. Lo siento mucho. No sabes cuánto me arrepiento de lo que pasó".
Jairo lo miró fijamente, buscando algo en sus ojos. "¿Por qué debería creerte?" preguntó finalmente.
Jere se sintió desesperado. "Porque te conozco, Jairo. Te conozco desde hace años. Sabes que no soy capaz de hacer algo así a propósito".
Jairo se levantó del sofá y se acercó a la ventana, mirando hacia afuera. "Necesito tiempo para pensar", dijo finalmente. "No puedo perdonarte tan fácilmente, Jere".
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Apokaluz (Jairo Vera X Jere Klein)
RomanceSolo déjate llevar, si a mi lao' na' te va a pasar.