Tantos Sentimientos...

Tu amistad

Era una tarde cálida como cualquiera estaba sentada en el columpio del parque a una manzana de mi casa. Estaba algo pensativa pensando en porque nadie quería hablar o jugar conmigo, era una niña igual que los demás no sé lo que estaba mal en mí, a lo mejor hablaba demasiado o olía mal o tal vez no tenía un rostro bello... Sea lo que sea sigo sin comprenderlo. Hasta que esa misma tarde un niño de mi edad o incluso mayor se acercó a mí y me habló.

—¡Hola!— dijo el niño alegremente.

—Em... Hola.— contesté mirándole.

—¿Me puedo sentar a tu lado?— preguntó el niño acercándose al otro columpio vacío a mí lado.

—Supongo...— dije volviendo a agachar la mirada al suelo.

El silencio que había antes de que aquél niño llegará volvió para quedarse un rato hasta que él volvió a hablar.

—Oye ¿Estás bien? Te veo un poquito triste.— me preguntó el niño mirándome.

—... Simplemente pienso porqué ningún niño se quiere acercar a mí. Eres el único que se ha acercado a mí en las últimas semanas.— respondí.

—¿Por qué nadie te habla? No lo entiendo eres muy bonita.— dijo con una sonrisa en su rostro.

No evité sonrojarme un poco al escuchar sus palabras. Lo miré mientras seguía sonriéndome.

—N-no lo s-sé... Simplemente n-nadie lo hace.— tartamudeé mirándole a los ojos.

—A mi me agradas. Oye, ¿crees que podríamos ser amigos?— preguntó con esa sonrisa de felicidad aún en su rostro.

Lo miré con una sonrisa un tanto tímida pero sincera. Me agradaba bastante así que contesté.

—¡Sí! Está bien.— dije con esa sonrisa en mi cara.

El niño sonrió y comenzamos a hacernos preguntas como cuántos años teníamos, cual es nuestro color favorito, como nos llamamos, etc...

Su nombre era Sebastián tenía 12 años y se acababa de mudar a una casa no tan lejos de la mia, es más estaba al lado del parque en el que nos encontrábamos, incluso la señaló, su color favorito era el naranja y su comida favorita eran las patatas, (papas), con bechamel y su bebida el zumo, (jugo), de naranja.

Me agradó mucho me hacía reír y era muy amigable.

Cuando la luna comenzó a salir me acompañó a mí casa, se lo presenté a mis padres a ellos también les agradó bastante era muy atento y servicial para su edad.

Ese día terminé en mi cama con una gran sonrisa. Había hecho un avance ahora tenía un amigo que incluso era mi vecino.

Todos los días quedabamos en el parque a una hora específica y sino yo iba a por él a su casa o él a por mí a la mía.

Su amistad fue lo mejor que me pasó en verdad y lo quiero mucho.

Holii, espero te esté gustando la historia. Aquí puedes comentarme todo lo que no te gusta o si simplemente no quieres que la continúe. Está bien sea lo que quieras y bueno ya me dirás si te gusta.

Nos vemos!!! Dyni_love