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—Estaba desesperado y quería morir.

—...

Fue un impactante.

No tenía idea de que Winston, que llegó tan lejos para salvarse, sufriría tanto.

—Dicen que la enfermedad del arte nunca se puede curar, y la única forma de evitar que progrese es dejar de lado aquello a lo que has dedicado toda tu vida.

Winston tiene razón.

La pintura es el único lugar donde apoyarse. Fue la única vez que pudo no pensar en nada.

—La gente me ignoraba y mis padres estaban decepcionados. Dejé todo y me fui de viaje para morir.

Karina miró fijamente a Winston. Winston sonrió.

—Como tú, quería organizarlo todo. Luego terminé en un campo de refugiados.

—...

—Estaba lleno de gente que quería vivir allí. Puede parecer sucio y miserable para algunos, pero era una vida intensa.

La boca de Karina se cerró. Empezó a escuchar de nuevo en silencio su historia.

—Había gente luchando contra la enfermedad. Yo... quería salvarlos. Y un día, quería dejar de llamar a la enfermedad del arte una enfermedad incurable.

Y de repente se dio cuenta.

Que tenía otro sueño.

Ese sueño le permitió bordar, algo que apreciaba como su vida.

—Encontré algo con lo que obsesionarme en lugar de agujas. Por suerte, la medicina era una buena opción para mí.

Al verlo sonreír, Karina cerró la boca en silencio. Ella no podía dejarlo ir. Nunca tuvo un sueño así.

Las comisuras de los ojos suavemente curvados de Winston tocaron a Karina.

—Cuando la vi, me acordé de mí. Por eso no podía fingir que no me di cuenta.

—... Sí.

Karina respondió en voz baja.

Le contó en detalle qué estaba pensando y qué sufrimiento superó.

Aun así, le tocó el corazón. Pero esa no fue su historia. Fue su historia la que Winston creó con sus propias manos.

Nunca podría ser la historia de Karina Leopold.

—Todo el mundo tiene momentos difíciles y momentos en los que quiere darle la espalda al mundo.

—Sí...

—No hiciste nada malo. No estuvo mal. Es bueno que ahora hayas mantenido distancia de casa.

—... ¿en serio?

—Sí, una persona puede finalmente llegar a un punto de partida cuando se aleja de la fuente de lo que le ha hecho pudrirse por dentro.

¿Qué significa el punto de partida? ¿Cuándo llega una persona a un punto de partida?

¿Una persona que nunca se pudre por dentro ni se lastima a lo largo de su vida no se encuentra en el punto de partida de su vida?

Karina miró fijamente a Winston.

—Algunas personas dicen que afrontar las heridas es el atajo para curarlas, pero creo que alejarse de ellas también es una forma de curarlas.

—...

—Es un cliché, pero son las personas las que hacen daño, pero también las que lo mejoran.

Winston resumió con calma lo que quería decir mientras escuchaba su historia y lo dijo.

KarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora