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Una omega no es fácil de tratar, ahora imagina tratar con una omega embarazada, sus niveles hormonales subían y eso la hacía tan susceptible, además que estaba lejos de las alfas que en sí ya tenían una conexión para ella, así que lidiar con Becky en estos momentos no era fácil.

Los síntomas de embarazo empezaron de a poco, primero con ligeras náuseas, seguido de mareos, y de a poco empezaron a complicarse los síntomas, vómitos, antojos, cambios de humor, en fin Becky era una maraña de síntomas.

Y esa era la razón por la que ahora la omega estaba en cama, no pudo ir a sus clases porque había tenido demasiadas náuseas y cómo se sentía mal no tenía ni fuerzas para levantarse e ir a sus clases, es más ni fue a trabajar, tuvo que pedir el día porque no podía con su vida.

"¿Cómo te sientes?" Heng acababa de llegar de sus clases y vio a su amiga aún tirada en la cama, como si estuviera muriendo, Becky era un poco exagerada pero sabía que no debía decirle nada ahora ya que si le decía algo que no le agradaba lo más seguro es que la omega se convirtiera en un ser dramático y llorón.

"Creo que mejor"

"Deberías llamarle a Freen o Friend, te ayudará estar cerca de ellas" Becky negó mientras hacía un pequeño mohín y se abrazaba a su almohada.

Heng suspiro ante la actitud de la omega, sabía que Becky tenía miedo de hablarle a las alfas y depender mucho de ellas, pero el beta sabía que solo ellas ayudarían a que los síntomas de Becky se calmaran un poco, ya les había pasado antes.

Hace unos días, la omega se sentía tan mal y estaba muy sensible, lloraba hasta porque pasaba la mosca y por lo tanto estaba llevando a su límite a Heng, trataron llamando a Irin, pero Becky rechazo ver a la alfa, también llamaron a Richi y ni él que es la persona favorita de Becky pudo calmarla, no fue hasta que llegaron las alfas que la omega pudo calmarse mientras se acurrucaba entre ambas alfas que aunque estaban encantadas igual estaban preocupadas por la omega.

Definitivamente ser una omega embarazada no es fácil y menos para alguien tan sensible como
Becky.

El día paso tranquilo hasta que Becky empieza a sentirse más ansiosa, no le gustaba esa sensación, sabía que era por el embarazo pero por alguna razón la tenía tan ansiosa, había algo que las omega hacían cuando estaban lejos de sus alfas, un nido, Becky sabia que la pareja alfa no eran en realidad sus alfas, pero su omega interior desde que supo que estaba embarazada no podía dejar de pensar que sí lo eran, así que estar lejos tanto tiempo causaban demasiadas cosas en la pequeña omega sensible.

Solo que ahora había un problema, la omega no tenía muchas pertenencias de las alfas, solo apenas un par de sudaderas que habían dejado olvidadas el otro día, Becky suspiro al ver que no tenía cosas para su nido, así que empezó a buscar por todo el departamento cosas que le gustaran y que hicieran sentir tranquila, hasta robo algunas de las cosas de Heng, ya que era el más cercano ahorita a Becky, se sentía tranquila al olerlo aunque no tuviera un olor en particular, pero le gustaba.

Heng no estaba, había salido por comida, así que eso le dejó el pase libre a la omega de agarrar cualquier cosa que le gustara y que creyera que haría más lindo su nido.

Al final el pequeño nido de la omega fue lo necesario para tranquilizar los sentimientos alborotados de ella. Becky se hizo ovillo en medio de todo y se arropo con las sudaderas de las alfas, esperando que esto la tranquilizara.

Después de haberse calmado un poco Becky sintió sus ojos algo cansados cuando menos lo sintió quedó totalmente dormida, sucumbiendo a el mundo de los sueños.

NUESTRA OMEGA SUSTITUTA             Donde viven las historias. Descúbrelo ahora