Tras el primer ataque del enemigo Chuuya tomo posición de ataque, activo su habilidad empezando a masacrar a cada uno de sus oponentes y comenzó a buscar a Dazai con la mirada.
Nada.
Nada...
Ni una señal de su compañero vendado. Una pesadez en su pecho se acumuló al no verlo.
Sabía que Dazai no era alguien de fiar, o al menos él no podía confiar en Dazai, de hecho lo considera alguien detestable. Aún así... Tal vez en lo más recóndito de su corazón esperaba que no lo dejará solo justo como pasaba en Sheep.
No ver a Dazai en el lugar le hacía recordar que siempre estaría solo y tendría que arreglárselas solo, se sintió deprimido sin notarlo porque las circunstancias no cambian.Entre tanto desorden de emociones y la pelea con sus oponentes Chuuya empezó a escuchar a quien se escondía dentro de él.
Arahabaki
El dios que estaba en su interior empezaba a salir a la luz después de mucho tiempo.
Era un secreto para todos que Chuuya era recipiente de un dios, nunca le había dicho ni siquiera a Shirase que lo consideraba de confianza. Tenía miedo de que algo saliera mal si se lo contaba a alguien. Hace bastante tiempo cuando era niño, comenzaba a tener pesadillas horribles de un hombre con un inmenso poder, luego estaba él viendose reflejado a través de aquel hombre desconocido con una digna imagen de parecer un dios, pero de la destrucción.
Un día en un ataque de ira contra una persona que buscaba abusar de él, su habilidad de gravedad comenzó a descontrolarse y empezó a escuchar una molesta voz en su cabeza; diciéndole que destruyera todo a su paso, que matará a cuánta gente quisiera, que se apoderará del mundo con el poder otorgado. Poco a poco empezó a perder conciencia y cayó rendido ante un fuerte sueño irresistible.
Al despertar vio gran parte del lugar destruido y el estaba encerrado en un tipo de esfera con tonalidades azules. Comenzo a golpear la esfera desde adentro para intentar liberarse y cuando está se rompió vio a una persona caer al suelo. Afortunadamente era un lugar poco concurrido, por lo que no pudo dañar a nadie. Esa persona no tenía que estar ahí ni siquiera estaba antes, seguro era una simple víctima, mientras que el hombre que intentaba abusar de Chuuya seguro ya estaba muerto porque no había ningún rastro sobre él y viendo todo el daño causado definitivamente no pudo haber salido de ahí.
Con miedo se acercó a la víctima del incidente, y con solo verlo claramente ya estaba muerto, era un hombre con la piel bastante pálida y su pecho no subía ni bajaba como señal de que podía respirar. En ese momento recordó todo, absolutamente todo lo que pasó destruyó todo a su paso y no parecía detenerse hasta que llegó la persona ahora muerta y lo encerró en la esfera azúl seguramente se trataba de su habilidad, no sabía que tipo de habilidad tenía pero por minutos estuvo haciendo un esfuerzo de retener al pelinaranja con manchas rojas. Parecía un esfuerzo tan grande al punto de comenzar a sangrar por la nariz y los ojos.
Ese suceso de Chuuya perdiendo el control de sus sentidos como si alguien se apoderará de todo su ser, nunca fue olvidado y tiempo después encontró algunas escrituras que hablaban del dios Arahabaki, fue entonces cuando entendió que el no era más que el recipiente de aquel dios de la destrucción.
Ahora estaba haciendo su aparición nuevamente y en una imagen mental se vió a lo lejos como asesinaba brutalmente a los contrincantes que tenía y hacía del lugar todo un desastre. Sentía mucho calor de repente, se sentía sofocado al punto de sentir que no respiraba, quería gritar y aferró las manos a su cuello. Hasta que en un momento sintió tranquilidad, al fin podía respirar la voz de Arahabaki al fin se hizo nula.
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Me acostumbré a tu ser humano.
FanfictionTal vez Chuuya ya no lo encuentra tan mal y poco a poco se acostumbra a la horrible forma de ser de Dazai. Las circunstancias como tener que cuidar de Atsushi juntos o trabajar en la Port Mafia juntos hacen que sentimientos florezcan. ★Las imágenes...