Eres todo lo que he preferido

Capítulo 1: Jiang Cheng

Quizás tu alma está abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
sabrás que no he vuelto... ¡porque estaba contigo! [1]

En la obscuridad de la habitación sonaba un teléfono, un ruido ya conocido, buscó a tientas en el pequeño mueble a un lado de su cama y cogió el teléfono

- ¿sí? - fue lo primero que dijo antes de bostezar, al mirar alrededor se dio cuenta que sus cortinas aún estaban serradas y una débil luz se filtraba a través de ellas

- Jiang Cheng- la persona al otro lado de la línea prácticamente le había gritado- al parecer apenas te has levantado -inquirió la voz de una mujer -lamento haberte despertado- el no dijo nada por un momento, pero se levantó a abrir las cortinas y la luz de medio dio le dio en la cara, aturdido miro el reloj de la mesita eran 12:32 había dormido más de lo habitual después de una noche de arduo trabajo.

- no importa prefiero que me hayas levantado tú y no mi madre- una risa se escuchó el otro lado del teléfono

-te recuerdo que fue idea tuya que nos reuniéramos en el café de siempre- hubo un pequeño silencio- además llegas tarde como por 20 minutos- Jiang Cheng dio un resoplido audible – te recuerdo que prometiste que irías conmigo a recibir a Wen Ning al aeropuerto- hubo un pequeño silencio, si bien cada fin de mes iba con Wen Qing al café para hablar de cosas triviales, apenas recordaba que se había comprometido a ir con ella a recibir a su pequeño hermano.

- ¿sigues ahí? Porque si no regresare a casa muy molesta– sabía que no era cierto, habían sido amigos por mucho tiempo y este tipo de comentarios eran muy comunes entre ellos, trato de respirar profundamente antes de responder

-sigo aquí te veo en 20 minutos tal vez 30, depende de cuánto tiempo me lleve estar listo- no es que él fuera partidario de llegar tarde, pero vaya que tenía que poner un esfuerzo muy grande para estar listo en 30 minutos su única ventaja es que podía llegar rápidamente porque el café no estaba a más de 5 minutos de su casa

Un poco apurado buscó entre su ropa bien ordenadas algo que fuera cómodo, optó por tomar una playera negra sin estampado, su habitual sudadera morada y unos jeans de mezclilla, entró al baño no tardando demasiado puesto que el verdadero problema sería secar y peinar su cabello, que en algún momento creyó que era buena idea dejarlo crecer, al final sólo amarró su cabello en una coleta baja, busco unos calcetines y tomó unos tenis negros se miró al espejo, no estaba del todo convencido pero si no salía ahora molestaría más a Wen Qing, tomó su cartera, su teléfono y sus llaves y salió un poco apurado del edificio, el día era frío pero no tanto como para necesitar llevar un abrigo, miró su reloj tenía al menos 7 minutos para llegar, se paró frente a la cafetería, respiro profundo porque luego de cruzar esa puerta las burlas de su amiga no pararían por un buen rato.

Al entra el sonido de la campana resonó débilmente, sin perder el tiempo buscó su mesa con la mirada, esperando que no estuviera ocupado por otra persona que no fuera Wen Qing, sintió un alivio cuando vio a su amiga ahí, ella le sonreía y le hacía señas para que se dirigiera a la pequeña mesa que estaba colocada frente a un gran ventanal, el cual dejaba ver la calle principal de la ciudad de Nankín.

-sé que dijiste que te arreglarías, pero por alguna razón te ves terrible – Wen Qing trato de contener la risa y Jiang Cheng resoplo ante tal recibimiento, se sentó en la silla que estaba frente a ella

-lo dejare pasar solo porque eres tú, sino ten por seguro que te rompería las piernas- Wen Qing solo rio, ellos se conocían de hace tiempo, Más bien se reencontraron ya que ambos estudiaron la preparatoria en el extranjero para ser más específicos en Londres.