EN MULTIMEDIA TENÉIS A DALILA <3
ALGUIEN SERÍA TAN AMABLE DE HACERME UNA PORTADA PARA LA HISTORIA? LA QUE TENGO ES.... CACA xd
Peter nos reunió a todos los diseñadores a primera hora de la mañana ya que tenía una cosa que decirnos, según él, nos iba a cambiar la forma de trabajar.
Me arrepentí de haberme duchado por la mañana, se me hizo tarde y no me pude secar el cabello como siempre hacía. Para colmo el cielo despertó lleno de nubes y no tardó en caer una fuerte tormenta.
Entré corriendo al estudio evitando mojarme más de lo que estaba y así evitar también coger una pulmonía. Aunque lo dudaba, iba mojada de pies a cabeza.
Maldecí en mi interior una y mil veces la dichosa tormenta. Desde el mostrador escuché a Valentina reírse. Se acercó a mí con una toalla de manos y con una sonrisa me la ofreció.
--Gracias. –Dije secándome el rostro con la toalla que me había dado. Cuando más o menos mi rostro perdía humedad pasé a secarme los brazos. --¿Cómo es que tú no estás mojada? –Pregunté a Valentina.
Desde que había entrado a trabajar en aquel estudio todos los días me fijaba en Valentina. Siempre iba bien maquillada, con su gran melena castaña cayendo por sus hombros como una cascada perfectamente ondulada, y su estilo era genial. Realmente me daba envidia sana.
--Mi madre desde que soy pequeña me dijo que debía ser precavida... así que siempre llevo un paraguas en el maletero del coche. Por si las moscas. –Señaló la ventana la cual estaba llena de gotitas de lluvia.
--Pues tendré que copiarme de tu técnica, suena eficaz. –Reímos las dos. Miré mi reloj y faltaban segundos para que la reunión diese comienzo. –Lo siento Valen tengo que irme. Luego te devuelvo la toalla. –Grité dirigiéndome corriendo hacia la sala de reuniones. Tras mis espaldas pude escuchar un "¡No te preocupes!" de Valentina.
Por una vez en lo que llevaba de día la suerte estaba de mi lado. Cuando llegué a la sala me di cuenta de que no era la última persona en llegar. Faltaba alguien. La persona más importante en aquellos momentos no estaba y la gente empezaba a enfadarse. Peter llegaba tarde y no daba señales de vida.
--Me cago en Peter. –Masculló Travis. –Nos hace ser puntuales pero él puede llegar a la hora que le dé la gana. No entiendo a los jefes, van de perfectos y dejan mucho que desear.
Yo estaba escuchando detenidamente a Travis, incluso había momentos en los que estaba de acuerdo con él y asentía a sus argumentos. Pero de un momento a otro la sala se quedó en silencio y la única persona que estaba hablando era Travis, con un tono fuerte y con palabras no muy dulces hacia nuestro jefe.
Miré hacia la puerta y me di cuenta del por qué aquel silencio ensordecedor. Peter estaba apoyado en el marco de la puerta de cristal escuchando a Travis hablar. Todos estábamos pálidos ya que el semblante de Peter normalmente era de un chico feliz pero en aquellos momentos era neutro. Era realmente aterrador.
