Zephirys Targaryen, bueno para los demás Zephirys Snow, la hija bastarda de Nedd Stark.
Siempre fue un cero a la izquierda, temida por algunas personas por su gran parecido a Rhaegar Targaryen y amada por su belleza y corazón.
Cuando todo empieza...
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──Ah, Ah, Robb...──.sus embestidas apoyaban a las mías.
Su agarre en mí cadera era firme, tan firme como la existencia de los dragones en el pasado.
── Zephirys... ──.exclama al llegar a la cima del placer.
Me acuesto en su pecho intentando normalizar mi respiración. Robb dejó un beso en mí frente.
──Debería ir a mis aposentos, antes de que descubran que he pasado la noche aquí──.apoyo mí mentón en su pecho con una sonrisa.
──Oo, podríamos quedarnos hoy todo el día en cama... Nadie nos molestaría──.me da la vuelta, quedando el encima y una pierna en su cadero.
Parecemos un par de chiquillos. Junto de nuevo nuestros en un tierno beso. Y cuando me separó le apartó de un empujón. Me levantó de la cama sin molestarme en taparme.
──Si no te vistes, no podré evitar volver a atacarte──. Confiesa Robb, mirando mí cuerpo.
──Niego con la cabeza mientras me colocaba el camisón blanco──.Por mucho que quisiera que me volvieras a atacar, debo ir a mis aposentos para arreglarme.
Me acercó a la cama y dejó un beso en sus labios. Provocando una sonrisa en su rostro.
──Nos vemos luego──.salgo de sus aposentos, por suerte no había nadie en los pasillos. Corrí lo más rápido que pude a mí alcoba, al abrir las puertas y pude ver a Zafiro mirándome curiosa.
Acaricie sus orejas y me dirigí al cuarto de baño, para mirar mí cuerpo. Tenía algunas marcas en mí pálida piel pero no se notarían con los ropajes.
FIN DEL ACTO SEXUAL.
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Los hombres del Castillo se preparaban par un día de caza con su Majestad. Y yo saldría con Wina a averiguar más sobre mis orígenes.
Dijo que tenía una sorpresa para mí. Khael y yo caminabamos detrás de ella. Nos estábamos adentrando bastante al bosque.
