¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado dos días desde el partido. Y Julián no podía sacarse a Enzo de la cabeza. Lo único en lo que pensaba era en su sonrisa que hacía parecer que estuviese tramando algo, en sus ojos y en cómo se le achinaban al reír.
Pero por sobre todo, esa personalidad tan carismática y explosiva que tenía el morocho. Tenía que volverlo a ver. No había chance de que no vuelva a saber de él.
Ayer a la noche ya le había escrito a Leandro para que organice algo y se junten.
Así que ahí tenemos a nuestro castaño, arreglándose para salir con su grupo de amigos y su enamorado. ¿Agustin? ya no existía para Juli. Se había quedado bobo con Enzo. Y sabía que él no era como su ex pareja.
Termino de ponerse perfume y se miró al espejo. Llevaba una remera blanca con el logo de vans adelante, unos jeans negros que estaban arremangados y unas converse. Básico. Pero le gustaba. Sin embargo, no pudo evitar pensar en que le hubiese dicho Agustin si lo viera así vestido.
¿Vas a ir así? Parece que vas nada más para buscar hombres Julian.
Se sacudió la cabeza y agarró sus cosas. Leandro lo iba a pasar a buscar en cinco minutos y tenía que estar abajo para entonces. Así que eso hizo.
Al rato escuchó la bocina. Pero no era el auto de Leandro, no lo conocía.
Bajaron la ventanilla y ahí estaba. El dueño de todos sus pensamientos lindos. Enzo.
—¿Te llevo princeso?
Otra vez esa sonrisa. Que hacía que mil mariposas vuelen en su estómago y su corazón pegue un salto.
—Sos una mierda para chamuyar Enzo. ¿Y Lean?
—Paraaa, vos no me conoces todavía. Me dijo que no te podía pasar a buscar y que venga yo.
Ese pelotudo se lo había hecho a propósito.
Julián abrió la puerta y se sentó.
Enzo llevaba puesta una remera negra y unos jeans negros un poco holgados.
—Pasaste de turro a fachero vos.— Se animó a comentar Juli.
—Todo para que me veas bien vestido vos hijo de puta.
Su corazón dio otro saltito. Y se rió. Enzo pareció notar el rojo de sus cachetes y soltó una carcajada.
Me va a matar si sigue así la puta madre.
Llegaron a la joda al rato y se fueron directamente a una mesa a esperar a sus amigos.
Tal y como lo supusieron, llegaron todos juntos al rato. —¡Que vivan los novios!— Gritó Licha con descaro, pareció que iba a comentar algo más pero se calló cuando vio la mirada asesina de Enzo. —Che Juli controla a tu bestia.— Dijo mientras se escondía atrás de Romero.
