01

236 16 5
                                    

  ❝  Felix  ❞


Me encontraba en una reunión en casa de Osvaldo, quien era amigo desde la preparatoria. Me acompañaba mi nueva pareja Sabrina, quien la conocí en una reunión familiar, era hija de un amigo de mi padre.

Nos presentamos y tuvimos varias conversaciones y citas, con los meses nos hicimos pareja. Nada fue secreto, nuestros padres habían planeado que nos hiciéramos pareja, por mi ruptura amorosa con Samantha.

No negaba que Sabrina era hermosa, sus ojos verdes, su cabello castaño, su sonrisa, era hermosa. Pero al final mi corazón va a  siempre pertenece a Samantha Rivera.

Me encontraba sentado en el sillón de la sala de Osvaldo, abrazado de Sabrina. Ella conversaba alegremente con Sabi, novia de Sebastián. Me encontraba tomando una cerveza, estaba un poco aburrido.

— ¡Félix! — Escuché la voz de Sabrina y rápidamente puse mi mirada en ella.— ¿En qué piensas tanto?

— En nada importante ¿Que me decías?.— Respondí sonriendo, dejando mi cerveza en la mesa.

— Le estaba contando a Sabi, cuando nos hicimos novios, fue tan romántico.— Sonreí y ella me dió un beso en la mejilla.

Ella volvió a su plática con Sabi, pues no fue como cuando le pedí a Samantha que fuera mi novia. Estoy mal al comparar algo pasado con algo actual, pero mi mente y corazón no superaban a Samantha.

Cuando le pedí a Samantha ser su novio, fue algo sincero y romántico. Renté una cafetería, con ayuda de su hermana decore todo con velas, un camino de pétalos de rosas, flores, y su comida favorita.

Me tomo por sorpresa ver a Samantha entrar, sentí que mi corazón latía más rápido de lo normal. Su cabello rubio, su sonrisa, todo era igual.

Parecía embobado viéndola entrar y saludar con su sonrisa.

— Sabrina, iré al baño.— Le dije a Sabrina y ella asistió.

Se hizo a un lado para que pudiera ir al baño. En camino al baño, mi mirada se encontró con la de Samantha, ella sonrió y se dió la vuelta.

Vi como sacaba una cerveza de la nevera, mientras hablaba con Ari y Ama.

Me encontraba afuera del baño, viendo mi celular.

— ¿Alguien está adentro? — Pregunto Samantha.

— No, pasá.— Respondí y ella asistió.

Me hice a un lado para que entrará, me quedé de nuevo en mi celular, mirando las historias de mis amigos que se encontraban en la misma fiesta que yo.

Samantha salió del baño, ahora estaba enfrente mío.

— ¿Cómo has estado?— Preguntó sonriendo.

— Bien ¿Y tú?

— Bien.

Ambos nos quedamos callados unos segundos, quería preguntar, quería tener una plática. Pero sabía que luego de muchos meses sin dirigirnos la palabra, sería incómodo.

— Parece que ella se divierte con tus amigos.— Dijo ella, estaba un poco confundido con lo que acababa de decir.

Samantha y varios amigos míos no eran muy cercanos, o solamente no se llevaban bien. Samantha solía ser tímida, pero era muy buena onda, era divertida, graciosa y su humor era bueno.

— Ella si se lleva bien con mis amigos.— Respondí, ella solamente sonrió.

— Veo que no te has quitado el anillo que compartíamos.

— Si. Creó que me gusta mucho, como para quitarme el anillo.— Respondí, al igual que la seguía usando el anillo.

Yo juraba que me casaría con ella, así que compre anillos a los 3 años de relación, no eran de compromiso, ni de matrimonio, eran simples anillos que contenían nuestros nombres en la parte de atrás.

Eran anillos simples, no tenían ningún diseñó, solo se encontraba el nombre de ella, aunque no se miraba.

Sabrina me preguntaba mucho sobre ese anillo, simplemente cambiaba de tema o decía que era un regalo de alguien que fue tan importante, no mentía.

Quien diría que ella tampoco se quitaba el anillo que contenían mi nombre en el.

— Creó que debería irme, no quiero incomodarte más.— dijo mientras asistía, ella dejo de sonreír y se retiro.

Quería decirle que se quedará más tiempo, que nada era igual, que quería regresar el tiempo atrás.

Regrese dónde estaba Sabrina, ella me había ofrecido un shot de tequila, parecía ebria. Sabía que ella no era tan tolerante con el alcohol, unos cuantos tragos y ya se encontraba borracha.

— Félix, eres tan guapo, que haces que me sienta en la gloria.— susurro a mi oído.

El aliento a alcohol, sus manos en mis mejillas mientras sus labios se querían posar contra los míos.

— Creo que estás muy borracha, te iré a dejar a tu casa.

— Félix quiero estar contigo esta noche.

— Pero yo no ¿Sabes?— Respondí y ella solo intento alejarse de mi algo enojada.

la mire algo confundido, pues ebria decía cosas estúpidas. La tomé de los hombros para llevarla al auto.

Había pasado media hora desde que había dejado a Sabrina en su casa. Me encontraba en la mía mirando las redes de Samantha, sus fotos de los platos de comida de nuestras citas, de los lugares que habíamos ido, no había cambiado sus destacadas en Instagram.

Las fotos que le había tomado seguían ahí, los viajes juntos que habíamos hecho.

Las fotos donde habíamos ido a Cancún, dónde estaba con el traje de baño que me encantaba.

Suspire y apague mi celular. Quería buscar alguna manera de separarme de Sabrina, solía ser un poco celosa, o solamente le molestaban muchas cosas de mi. Aunque mi padre intentó que superará a Samantha, metiendo a Sabrina en algo que no tenía que ver, presentarnos y hacernos citas.

Aunque no quería mantener una relación larga con ella, o casarme, ya que siempre hablan que se quería casar y quería que fuera pronto.

Y hoy, ví a Samantha y me sentí otra vez enamorado de ella, como si volviera a ser un amor a primera vista.

ojos marrones - [Riverducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora