Uno | El regreso.

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La noche era jóven, de hecho a duras penas había oscurecido, el castillo se veía más iluminado que de costumbre mientras en sus pasillos pasean los primeros estudiantes en llegar. Un nuevo año en Hogwarts había comenzado y siempre era motivo de celebración.

"Al fin..." Susurré mientras me adentraba en el gran comedor, buscando entre todos los rostros alguno que fuera familiar.

Sé que luego del último año pasar un tiempo en el castillo, sin tener que realizar misiones ni enfrentarme a la muerte, sería un alivio pero nadie me dijo que sería tan solitario. Casi todos los alumnos se fueron a sus respectivos hogares durante el período de vacaciones, excepto un par que necesitaban ponerse al día con alguna clase o casos específicos como el mío, sin un hogar al cual regresar.

Por suerte Poppy y Natty me visitaron un par de tardes para pasar el rato en Hogsmead, pero no era algo de todas las semanas.
Por otro lado estaba Garreth, quien aparecía cada miércoles y viernes del primer mes con la esperanza de ponerse al día con un par de clases, entre ellas la de pociones. Él llegaba temprano y compartíamos el desayuno juntos, cada día me contaba algun chiste nuevo, que al terminar el período de recuperatorios se convirtieron en excusas para enviarme cartas. Los chistes definitivamente no eran buenos, pero a falta de entretenimiento esperaba con ansias cada carta.

De a poco el gran comedor fue llenandose por completo, muy pocos espacios quedaban en las enormes mesas, en las cuales ya se encontraban todos los pequeños del primer año ansiosos, con sus uniformes aún sin clasificar.
Guíe mis pasos hacia la mesa de Slytherin tratando de mantener la mente en blanco mientras podía escuchar cada susurro direccionado hacia mi.

"¿Ella es la heroína de Hogwarts? Se ve como una chica normal." Dijo una pequeña, probablemente de 2do año. "Dicen que pasó todo el verano poniéndose al día con las clases."

"¿Has notado que Sallow ya no la acompaña? ¡Tal vez es mi oportunidad!" Comentó otro chico, él era más grande.

"Muchos la vieron cercana a Garreth Weasley, seguro engañó a Sebastian y por eso no lo puede ni mirar, fíjate." Respondió su compañero de asiento y ambos rieron.

En parte tenían razón, no podía ni mirarlo.
Visualicé su figura inmediatamente al llegar, él ya estaba sentado junto a Ominis al centro de la mesa de Slytherin. Pasé frente de ellos con la cabeza baja y dando pasos rápidos, tratando de encontrar un sitio vacío un poco más adelante, lo cuál hice, aunque no tan alejado como me hubiera gustado.

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Último día de clases, 5to año.

Pocos días habían pasado desde la ceremonia de premiación, y mientras todos preparaban sus maletas y se despedían de sus amigos otros corrían por los pasillos, tratando de alcanzar la fecha de entrega de algunos trabajos que habían quedado pendientes para así concluir el año académico. Yo incluída.
Corría por las escaleras, rogando que no cambiarán de dirección mientras me dirigía a la oficina de la profesora Weasley, con un par de pergaminos bajo el brazo y en la mano contraría mi varita.
En una esquina cerrada no bajé la velocidad y al instante sentí un golpe, caí al suelo mientras mis pergaminos volaban por doquier. Frente a mi yacía Sebastian, quién rápidamente se estaba parando.

"¡Seb! Lo lamento, no te ví." Le dije, también reincorporandome en mi pies.  "Accio" murmuré sacudiendo mi varita, pronto estaba tomando cada uno de los pergaminos que ahora volaban hacía mi.

"No te preocupes." Comento Sallow, comenzando nuevamente su camino, el cual interrumpí rápidamente.

"Si no te conociera pensaría que me estás evitando." Bromeé, pero los ojos de mi amigo se desviaron de mi mirada. "¿Qué pasa?"

"No sé nada de Anne." Bajó la cabeza, aún sin poder mantener su mirada en mi.

Me acerque nos centímetros y apoye mi mano sobre su brazo. "Oh, Sebastian... Te prometo que la vamos a encontrar pronto, y podremos encontrar una cur..." intenté decirle.

"¿Y como pretendes hacer eso?" Interrumpió alzando la voz, con un movimiento rápido se deshizo de mi agarre y se enfrentó a mí. "Tuviste la oportunidad de obtener toda la magia ansestral, de poder intentar curar a mi hermana y la dejaste allí, encerrada e... inútil." Enfatizando la última palabra.

"¿Qué estás insinuando? ¿Qué lo que hice fue inútil?" Respondí rápidamente.
Debo admitir que en ese instante el stress que aún quedaba en mi luego de todo lo sucedido salió a la luz, dejando ver el enojo que llevaba dentro.
"Casi muero allí... Si- Si no fuera por los profesores... ¡Fig murió allí! ¿Estás diciendo que su muerte fue inútil?"

"Completamente inútil." Sebastian dijo, finalizando así la discusión, con su mirada fría puesta en mi y su mandíbula tencionada.

No podía creerlo... Me quedé paralizada unos segundos tratando de aceptar las palabras que salieron de su boca, él no mostraba ningún signo de arrepentimiento.
Lo único que pude hacer fue bajar la mirada y correr, alejarme de allí.

                                   _____

"T/N ¿Está aquí?" Oí murmurar a Ominis. Lleve mi mirada hacia los muchachos y pude notar como el rubio alzaba la cabeza como si estuviera buscándome. Sebastian lo tomó del brazo y le susurró que solo había pasado cerca, pero que ya no lo estaba y luego miró hacia donde me encontraba haciendo que nuestras miradas se encuentren por unos segundos.

Él sabía que podía oírlo, luego de aquella discusión le envié un par de cartas en las cuales le confiaba que no había abandonado la magia ansestral por completo, aún llevaba mi poder y hasta un poco más, le comenté que mis sentidos se habían agudizado y que aún tenía fé en encontrar a Anne, en cuararla. Nunca obtuve una respuesta así que después de varios intentos deje de escribirle.

Sacudí mi cabeza involuntariamente, como si me ayudara a despejar la mente y de repente se escuchó en lo alto el chillido de una lechuza, la cual dejo un pequeño papel doblado en cuatro enfrente mío y se fue volando nuevamente.

-Hoy he conocido al gran mago Merlín.
-¿Y que ha pasado?
-Me ha encantado.

Búscame en el corredor al finalizar la ceremonia, temo que si me acerco a saludarte ahora una serpiente me pique.

G.W.

Reí ligeramente al leer la nota, era un mal chiste pero la intención es lo que importa.
Alcé mi rostro para encontrar al colorado en la otra mesa, Weasley sonrió y me saludo sacudiendo su mano al lo cual le respondí señalando el papel y asintiendo.

Unos minutos luego la profesora Weasley ingresó con el sombrero seleccionador en su agarre y uno a uno fue colocándoselo en la cabeza de cada nuevo estudiante. Era muy extraño sentir como hace un año exacto yo estaba sentada en ese pequeño banquito de madera, expectante de saber a qué casa pertenecía.

"¡Slytherin!" El sombrero gritó, provocando que sonriera ante la coincidencia con mis pensamientos y el nuevo ingreso de la casa.

La ceremonia fue bastante larga, 28 niños nuevos fueron clasificados en sus respectivas casas y solo a partir de ese momento nos permitieron cenar, oyendo algunos de los discursos que los profesores habían preparado.

"¡Bienvenidos a un nuevo año académico!"
Concluía la profesora Weasley.

Cada alumno se levantó de su sitio y fue abandonando el gran comedor, de camino a sus dormitorios.

El castillo lleno de magia y vida había regresado.


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¡Hola! Espero que les guste la primera parte de mi nuevo proyecto.

Si pueden (quienes no lo hayan hecho) lean la descripción ya que hay un par de advertencias y también un dato importante, esta historia concurre en 1974 y no en 1890, más que nada para poder agregar un par de situaciones que hubieran  sido muuuuuy mal vistas casi 100 años antes. Además ¿A quien no le gusta la moda y música de los 70's? ✨💕

¡Ojalá tengan un muy buen día!

Snake Eyes | La Sociedad de los Ojos de Serpiente.   Sebastian Sallow X T/N.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora