Hanan visito el templo antiguo de la familia Higurashi , en su visita vio a una joven estudiante correr a una pequeña casa de madera, dentro la vio saltar sin temor dentro de un pozo antiguo, asustada se asomo para ver que estuviera bien, pero la c...
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"La gente aparece en nuestras vidas en momentos determinados por diversos motivos que tienen que ver con las lecciones que hay que aprender."
Brian Weiss
Hanan cerro los ojos al ser arrastrada dentro del pozo, caer de esta altura causaría mucho dolor y daño en su cuerpo, sin embargo no fue así, al abrirlos pudo ver desde abajo la salida descubierta, observando el cielo azul, se quito las zapatillas para poder salir, trepo las enredaderas, al salir sus ojos se estremecieron, estaba sorprendida al no ver el templo del santuario, solo habían un gran bosque a su alrededor, estaba segura que no se trataba del mismo lugar, se coloco las zapatillas para caminar, pues si caminaba descalza seguramente de lastimaría con alguna rama o piedra, camino por el bosque un buen rato hasta que se canso, se detuvo por un momento, le dolían los pies al intentar caminar.
Ya no muy lejos vio un camino, pensó que tal vez no estaba muy lejos de encontrar a alguien que la ayudara, continuo caminando esperando encontrar a alguien que la pudiera llevar a casa, diviso una pequeña aldea, hanan se sintió aliviada.
Pero para su mala suerte unos sujetos se aproximaban hacia ella, estaban huyendo, eran unos bandidos que intentaron saquear la aldea donde vivía la anciana kaede , sin embargo se encontraron con Inuyasha y sus amigos, el hanyo les dio una lección amenazándolos con nunca volver al menos que no apreciaran su vida, habían sido humillados.
El líder estaba molesto, fueron echados con las manos vacías, y con varios de sus hombres heridos, su caballo se detuvo frente a la bella mujer de extrañas ropas, jamás había visto a una joven como ella, incluso la joyería que poseía era brillante y valiosa por lo que parecía.
"Hola, creo que me he perdido, podría decirme si el templo de la familia Higurashi se encuentra cerca"
Pregunto la joven al ladrón, el hombre quedo encantado con la suave voz de la doncella, si ella estaba perdida entonces nadie se daría cuenta si desaparecía, la tomaría como trofeo, por lo menos tendría a una bella mujer como ella calentando su cuerpo, con malicia sonrió, no le dio una sola respuesta, solo la tomo por la cintura y la obligo a montar a caballo hasta su guarida, una de las zapatillas callo al suelo dejándola atrás mientras cabalgaban.
Un yokai tomo en sus manos el objeto dejado por la mujer, en el aire aun había quedado el aroma de la humana.
"Maten a los demás, menos a la humana que se encuentra con ellos"
Esa fue la orden del Yokai, varios demonios se dirigieron en la misma dirección en la que los bandidos se dirigieron, hace unas horas mientras deambulaba vigilando a sus enemigos, capto un aroma familiar proveniente del pozo devorador de huesos, no era posible que existiera una persona con aroma similar, para confirmarlo tendría que encontrar a la dueña de esa fragancia.
El líder de los bandidos bajo de su caballo presumiendo su premio a sus hombres.
"Aunque fui humillado por ese maldito hanyo, te encontré como recompensa, ya que no tienes dueño ahora eres mía"
"Déjame, no sabes quien soy, cuando mi padre se entere pagaran por esto"
Hanan aun creía que estaba en el mundo moderno, y que estas personas solo eran unos locos, el hombre se rio por la amenaza de la mujer.
"Se buena cariño, vamos a divertirnos tu y yo"
Hanan fue tomada del brazo siendo llevada en contra de su voluntad a la tienda de acampar, intento zafarse y huir, pero le fue imposible, solo fue lanzada sin cuidado sobre las pieles, el hombre de abalanzo sobre ella tocando su pecho indebidamente, con unas de sus manos araño el rostro del hombre, enfurecido abofeteo a la joven por su atrevimiento, hanan no pudo contener sus lagrimas, el golpe fue demasiado fuerte como para marearla.
Cuando el hombre pensó que podría salirse con la suya ,uno de sus secuaces entro para alertar que el campamento estaba siendo atacado por Yokais, era imposible pelear con esas criaturas, se aparto de la joven, luego la subió a sus hombros para huir con ella, afuera era completamente una masacre, todos sus hombres estaban siendo devorados, subió a uno de los caballos para emprender sus huida con la muchacha en sus manos.
El Yokai que lideraba a los demás se dio cuenta, levanto una barrera para evitar que escaparan, el caballo retrocedió asustado dejando caer a los dos.
"Tiene algo que me pertenece" Dijo el Yokai al bandido.
"¡No te conozco!,¡Jamás he robado a un Yokai!" Respondió con temor.
"Esa mujer, devuélvemela"
"No sabia que era de usted, lo siento"
Un yokai como él no conocía el perdón, con uno de sus tentáculos traspasó en cuerpo del bandido para después destrozarlos, esta terrible asesinato quedo grabado en presencia de Hanan en el momento que recobro la conciencia, su hermoso vestido fue manchado con sangre, tenia miedo, el extraño con abrigo de babuino mato sin piedad al hombre que intentó lastimarla, asustada imploro piedad al Yokai que se detuvo frente a ella.
"Al fin te encontré"
El Yokai coloco el enorme abrigo de piel de babuino sobre el cansado cuerpo de la chica, él le mostro la Zapatilla que dejo atrás colocándolo en uno de los pies descubierto de hanan.
"Ayúdame, quiero ir a casa"
Pidió hanan a su salvador, pero el no respondió, la levanto de suelo con cuidado para luego hacerla dormir, no habría necesidad de dejarla ir a ninguna parte, por que no se lo permitiría, no importa como es que ella aun estaba con vida, su apariencia era igual que en ese entonces, su ropa era extraña pero no tanto como la que usaba la rencarnación de Kikyo.
"Dijiste que nunca me abandonarías, pero tu solo me dejaste como a un perro mientras le dabas un hijo a ese hombre"
Tenia un cierto rencor por ser abandonado por la princesa a la que sirvió, podría romper su cuello en este momento, o herirla como su marido hizo con él.
