Hanan visito el templo antiguo de la familia Higurashi , en su visita vio a una joven estudiante correr a una pequeña casa de madera, dentro la vio saltar sin temor dentro de un pozo antiguo, asustada se asomo para ver que estuviera bien, pero la c...
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"Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo."
-William Shakespeare-
Naraku tomo a la mujer para él, seguido de los Yokais bajo su mando sometieron a los habitantes de un castillo, no mato a la servidumbre porque necesitaba de ellos para atender a la mujer humana.
"Desde ahora soy el amo de este castillo, y ustedes deben servirme, de lo contrario acabare con sus vidas si resultan inútiles"
Con la mujer en brazos fue guiado a la habitación que sería de Hanan a partir de ahora, ordenó a las sirvientas limpiar su cuerpo y curar sus heridas, no iba permitir que ella muriera, solo él la mataría si quisiera, aún no sabe qué hacer con la joven, podría descargar su ira por su traición, pudo solo arrogarla a los calabozos como si se tratara de una esclava, pero en cambio le dio la habitación de una joven noble, y es que en el momento que sus manos tocaron su frágil cuerpo solo deseo poseerla y reclamarla.
Tal vez ni siquiera era la princesa que conoció hace tantos años antes de ser un bandido, tal vez esa mujer solo era una descendiente de la princesa Hanae, después de todo la princesa dio a luz a un hijo al clan Ashikaga, solo una copia como lo era Kagome con Kikio, no la vería hasta saber lo que haría con ella, mientras tanto no le permitiría dejar la habitación, ya había asignado algunos guardias para vigilarla.
Hanan había despertado en una lujosa habitación tradicional a esta época en la que ahora se encontraba, sus ropas futuristas fueron cambiadas por un Kimono rosa, quienes le han traído de comer no la miraban a los ojos, no respondían a las preguntas de la joven mujer.
A pesar de ser presionara en esta habitación, la trataron bien, cada día viene una doncella a limpiar sus heridas, y prepara un baño para ella.
El Yokai aún no ha decidido ver a la mujer que poseía el mismo rostro de la princesa que sirvió hace muchos años, Hanan no sabe qué hacer, no se le permite salir del lugar, la única forma de volver a su época era el pozo, antes de la sirvienta acomodará los platillos en la mesa Hanan le pidió que devolviera los alimentos, no tenía apetito en este momento, se sentía triste y desanimada por cómo sucedieron las cosas, ni siquiera pudo disfrutar de su cumpleaños, y el brazalete que había recibido como regalo ya no estaba con ella.
"Puedes comerlo si quieres, solo quiero estar sola"
"Pero señora, el amo no estará contento"
"No moriré por saltarme la comida, desde que me trajo no me ha venido a verme"
La sirvienta salió dejando sola a la mujer, solo por esta vez le haría caso, si el Yokai se entera que la humana no quiso probar bocado alguno se enojara, su vida dependía del bienestar de la joven.
