♡ : CAPÍTULO II

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El estrepitoso sonido de su celular que le anunciaba una llamada entrante logró hacer que Yang Jeongin saliera de su pequeña burbuja de concentración laboral haciéndolo mover su mano en busca del dispositivo que pocos segundos después ya se encontraba sobre oreja izquierda.

—Hola—contesto Jeongin, sin dejar de leer uno de los documentos que había sobre su escritorio.

—Hola, amor—escuchó a su esposa decir al otro lado de la línea — he encontrado el especialista perfecto para que te realices el examen. —Al escuchar aquellas palabras Jeongin dejó el documento sobre el escritorio—Es un especialista completamente capacitado, tiene buenas referencias y por suerte he logrado conseguir una cita para ti en dos horas.

Con el corazón palpitándole con rapidez, Jeongin escuchó toda la palabrería que su esposa decía por el auricular del celular.

—¿Vas a acompañarme, cierto? —preguntó Jeongin intentado calmar sus nervios.

—Lastimosamente no, he quedado con Sana para acompañarla a comprar unas cosas para el bebé, ya sabes está a pocos días de ponerse en labor de parto y tanto ella como Xiumin han tomado como método de liberar su estrés ir de compras para cosas del bebé—explicó Rosé—No te preocupes voy a enviarte la dirección y el nombre del médico correspondiente por IMessage —agregó su esposa.

Soltando un pequeño suspiro Jeongin se despidió de su esposa para luego dejar su celular en el escritorio. recargando todo su peso en el respaldo de la silla donde restregó su rostro con ambas manos señal de clara frustración. Pasando su manos hasta su cabello, Jeongin masajeo su cuero cabelludo antes de ordenarle a su secretaria que cancelara todos sus pendientes del día.

Pocos minutos después la notificación de un nuevo mensaje obligó nuevamente a que Jeongin tomara el dispositivo para leer el mensaje que claramente era de su esposa.

Rosé

53—8 Jungangdong 4(sa)-ga, Jung—gu, Busan, Corea del Sur.
Doctor. Hwang Hyunjin, especialista en urología.

Sin dar crédito a que su esposa había escogido un médico del sexo masculino para que le realizara el examen de próstata, soltó un pequeño gruñido de exasperación.

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Anciano tras anciano había llegado a su consultorio esa mañana haciendo que Hwang formara una mueca en su rostro cada que miraba el expediente de su siguiente paciente, todos eran hombres arriba de los setenta que claramente su aparato reproductor ya no funcionaba como era debido.

Secándose las manos con la toalla desechable el doctor Hwang despidió a su paciente antes de volver a su escritorio, donde guardó el expediente del paciente que acaba de salir, paro si leer el siguiente, sorpresa la que se llevó cuando vio la hoja de apertura de expediente de un hombre de veintiocho años. Un año mayor que él con una sonrisa revisó los datos personales del paciente antes de informarle a su secretaria que el paciente podía pasar.

Una vez que estudio a detalle la información básica, el doctor ordenó a su secretaria que hiciera pasar a dicho paciente. Cuando la puerta fue abierta Hyunjin levantó la mirada para estudiar al hombre de ir sería su paciente. Estudiando a detalle las bien proporcionadas piernas del hombre al ver esas piernas Hwang ahogó un gruñido, Sin embargo, se llevó tremenda sorpresa cuando sus ojos fueron a dar al voluminoso y bien formado trasero del paciente. Y los pensamientos lascivos inundaron a cabeza del médico sin poder evitarlo.

—Tome asiento, por favor—logró decir el doctor Hwang.

—Gracias— respondió Jeongin con incomodidad al ver lo apuesto que era su doctor.

The urologist ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora