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En un día re normal, Felix y Jimin, entraban al aula con la mochila en el hombro y con las caras de orto bien puestas.Felix, clavado en quinto, ya contaba los días para terminar de una vez, mientras que Jimin, que había repetido se tiene que bancar otro año a la vieja de historia.

El timbre sonó y entre el ruido de los alumnos acomodando carpetas y sus medios murmullos, los dos amigos encararon para la clase.

El pelinegro de repente solto –La puta madre, matemática a primera hora teníamos que tener– entro a el aula arrastrando los pies. Jimin, a su lado, lo miro y dijo:

–Tan temprano y ya con cara de orto mi amor?– Felix solo lo miro haciendo que el pelirosa ría y se dejaron caer en sus asientos.

La profesora, con cara de pocos amigos, empezó a explicar ecuaciones que a Felix le daban más vueltas que el colectivo. En medio de la clase, Jimin le pasó una nota a Felix que decía "¿Qué onda con esa cara de ojete?". Felix respondió con un "cerralo"  y se rieron en voz baja, tratando de no llamar la atención de la maestra que ya los tenía en la mira.

Después de un rato, la profesora lanzó una pregunta directa al pelinegro sobre una ecuación re complicada. Felix, con cara de pocos amigos, murmuró lo más bajo posible un

–Tan temprano va a joder?–

que se escuchó en todo el aula. La tensión subía mientras la profesora le insistía para que respondiera.

–Déjame de joder con las ecuaciones esas loco!– dijo,haciendo que sus compañeros soltaran un "uhhhh" la maestra, furiosa, le ordenó salir del aula. Felix sin dudar, se levantó de su asiento murmurando un par de insultos a su maestra y abandonó el aula dejando a todos en silencio.

Apenas tocó el timbre para salir al recreo, el pelirosa fue a buscar a Félix,lo busco por toda la escuela hasta que lo encontró sentado en la mesada del baño

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Apenas tocó el timbre para salir al recreo, el pelirosa fue a buscar a Félix,lo busco por toda la escuela hasta que lo encontró sentado en la mesada del baño

–Aca estás no te encontraba, te fuiste a la mierda eh–

Felix, todabia enojado le respondió –No la banco más a la profesora, me sacó–

El pelirosa, tratando de calmar los ánimos, le dijo –Ya fue, vámonos a hacer algo por ahí–. Así, entre puteadas y risas, se fueron a vagar por los pasillos.

 Así, entre puteadas y risas, se fueron a vagar por los pasillos

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 𝐌𝐲 𝐤𝐢𝐝𝐧𝐚𝐩𝐩𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora