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Jimin, tras su caminata desde la escuela, finalmente llegó a su casa. Cerró la puerta tras de sí, dejando atrás la agitación del día escolar y la travesura con sus amigos. La tranquilidad de su hogar le ofrecía un respiro.

Se dispuso a relajarse y dejar atrás las preocupaciones escolares, sabiendo que la próxima jornada podría traer nuevas sorpresas. La tarde avanzaba, marcando el final de un día lleno de intrigas y camaradería para el pelirosa.

Con el cansancio acumulado del día escolar, Jimin se dejó vencer por el sueño. Se recostó en su cama, cerró los ojos y se sumió en un sueño reparador. La tranquilidad de su hogar lo envolvió, mientras dejaba atrás las preocupaciones y se sumergía en el descanso merecido.

Los padres del pelirosa llegaron a casa, y su mamá entró en su cuarto, interrumpiendo su sueño. -Tu padre y yo iremos a cenar, venía a avisarte nomás- dijo ella seria. Jimin, aún adormilado, respondió con un simple"mjm" sin darle mucha importancia, ya que estaba acostumbrado a que sus padres salgan casi siempre,aveces se iban por dias.

La puerta se cerró nuevamente, dejando al pelirosa solo en su habitación, apenas escucho la puerta de abajo ser cerrada cerro los ojos y siguió durmiendo porque realmente estaba cansado.

La puerta se cerró nuevamente, dejando al pelirosa solo en su habitación, apenas escucho la puerta de abajo ser cerrada cerro los ojos y siguió durmiendo porque realmente estaba cansado

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Félix, por otro lado, se encontraba en el balcón de su casa, con los codos apoyados en el barandal, disfrutando de un cigarrillo mientras observaba cómo caía la noche. La ciudad se iluminaba con las luces de la calle, creando un paisaje urbano que se extendía más allá de su vista.

Mientras Félix seguía disfrutando de su cigarrillo en el balcón de su habitación, la puerta se abrió y sus padres entraron. Al

notar el humo y el olor a tabaco, sus rostros se tornaron serios, expresando su desaprobación. El enojo se reflejó en sus palabras mientras le recriminaban.

-¡Ya es suficiente, Félix! Estamos hartos de tu actitud irresponsable.- dijo su padre enojado.

-Cuándo vas a aprender? Siempre haciendo lo que quieres sin pensar en las consecuencias.Apenas tienes 17 años niño!!.-

-Y ustedes cuándo van a entender que no pueden controlar mi vida?- dijo el pelinegro enojado

-¡Porque tus decisiones afectan a toda la familia. No puedes seguir comportándote así!.- dijo devuelta su padre levantando la voz

-Hemos tratado de darte lo mejor, pero siempre encuentras la forma de decepcionarnos- dijo ya frustrada su madre

-Tal vez si no fueran tan rígidos todo el tiempo, no estaríamos discutiendo ahora-

-No estamos discutiendo por nuestra rigidez, sino por tu falta de respeto Felix-

-¿Es eso lo que piensas de nosotros?- dijo la señora Lee señalando el cigarro -¿Que somos tan rígidos que necesitas fumar para rebelarte?-

 𝐌𝐲 𝐤𝐢𝐝𝐧𝐚𝐩𝐩𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora