Solo Mia [𝐉.𝐉𝐊] [𝐊.𝐓𝐇]

2 Ella esta en mi cama.

────⋆ TN ⋆────

Estaba en la fiesta de un amigo. Él pertenecía a la misma empresa que yo, y el evento era para celebrar el lanzamiento de su álbum en solitario. Quise acompañarlo, aunque ya me estaba arrepintiendo, todos me preguntaban por mi maravilloso esposo. Obviamente, con una gran sonrisa, les decía que estaba trabajando.

Aunque lo más probable es que, en este momento, esté en la cama con esa mujer. Le mandé un mensaje a Ruby para que alistara el auto. Estaba un poco pasada de tragos, me sentía mareada, aunque trataba de que nadie lo notara. Me despedí de los que estaban cerca y salí.

Ya afuera, vi el auto estacionado algo lejos, así que me apresuré para que nadie notara mi estado. Me sentía triste solo de imaginar a Taehyung con otra. Al principio ocurría de vez en cuando, pero últimamente llegaba oliendo a su perfume... cuatro veces por semana. Abrí la puerta y entré rápidamente, antes de que alguien me viera. Aunque estaba borracha, tenía conciencia de todo.

—Vamos a casa— dije, agotada.

—¿Qué pasa?— preguntó, confundido.

—Nada… Estoy harta de que todos me pregunten por Taehyung en la fiesta, mientras él está con su amante… quién sabe dónde. Llévame a casa, quiero dormir hasta olvidarme de mí misma. ¿Sabes? Estoy tan harta de fingir que tengo el matrimonio perfecto, lleno de amor, frente a todos... cuando la realidad es completamente distinta— dije con la voz apagada.

—¿Por qué no te divorcias?— preguntó, curioso.

—Ryan… ya sabes por qué no puedo divorciarme. No tengo que repetirlo siempre. Nuestros padres jamás lo aceptarían. ¿Y qué voy a decirle a los fans? ¿Que después de dos años de mostrarles una relación feliz me voy a separar? No puedo...— Me acerqué a abrazar a Ryan. Él era mi confidente, sabía absolutamente todo sobre mi matrimonio con Taehyung.

────⋆ Jungkook ⋆────

Acababa de salir de una de las casas donde dejábamos mercancía. Ese lugar era concurrido por famosos, diputados, senadores… gente de la farándula. Todos sabían que ahí se conseguía buena mercancía, y nadie decía nada: no les convenía.

Me subí al auto para seguir con las entregas y cobrar dinero que me debían desde hacía tiempo. Fue entonces que la vi: una chica abrió la puerta de mi coche. Olía a alcohol, apenas podía mantenerse de pie, y, como pudo, se subió al asiento del pasajero. Me puse alerta.

—Vamos a casa —murmuró, cansada.

La observé bien. Era ella. Ella. Comenzó a hablar de su matrimonio. Estaba tan atenta a su propia historia que ni siquiera notó que se había subido al auto equivocado. Era mi cantante favorita. La había seguido por años… y ahora estaba ahí, vulnerable, rota, borracha. Y en el auto de la persona equivocada.

Le pregunté por qué no se divorciaba. TN me confundió con Ryan, su manager, y me contó que su esposo la engañaba. Siempre supe que ese hombre no era lo que aparentaba en televisión. Debe estar loco para engañar a alguien como ella. Muchos quisiéramos estar en su lugar… yo más que nadie. Luego, se acercó y me abrazó, quedándose dormida en mis brazos.

—Oye, despierta— dije, un poco sorprendido.

—¿Qué rayos fue eso?— preguntó Yoongi con seriedad por lo que acababa de pasar.

—No tengo idea— respondí, tan confundido como él.

—Sácala del auto— ordenó de inmediato, claramente incómodo con la situación.