・❥・epílogo・❥・

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Cuando se le pidió a todos los alumnos que se levantaran para escuchar el discurso del director, sus piernas comenzaron a temblar cuál gelatina recién salida del pote. Juntó sus manos por detrás de su espalda y miró de reojo a sus amigos, quienes le devolvieron la mirada.

—¿Nervioso, Kam? —preguntó en un susurro Jiho, con una sonrisa divertida.

—Un poco —admitió, soltando un gran suspiro. Risas se escucharon por parte de la pareja.

—Es solo subir, tomar un diploma, hacer una reverencia e irte. Te prometo que no es muy complicado —dijo Brian, en un tono burlón.

—Ya sé, no es mi primera graduación como tal... pero pararme frente a la gente me hace sentir raro —explicó, moviendo ligeramente su cabeza para quitar del medio la borla de su sombrero de graduado.

—Y bueno, ¿Qué hiciste en la graduación de secundaria? —consultó el canadiense.

Kamden miró hacia el frente, pensando su respuesta.

—Tomé la mano de Jay... —contestó por lo bajo, mientras que aparecía un pequeño sonrojo en su cara.

Al nombrar a su chico, no pudo evitar voltear su cabeza hacia atrás disimuladamente, buscándolo. Ellos se encontraban en la segunda fila delantera de alumnos, por lo que su visión de la parte de familiares era bastante limitada. No pudo encontrarlo ni a él ni al resto de su familia así que solo volvió a mirar hacia el frente, con una mueca triste.

—Ay no me hables de él —rodó sus ojos el menor, haciéndolos reír.

—Ay amor, ¿Aún no súperas que le haya pedido a Kamden que sean novios el día de tu cumpleaños? —preguntó, tratando de contener el resto de su risa.

—¡Obvio! Ahora cada vez que sea mi cumpleaños ellos van a estar con sus estupideces de aniversario —contestó, sacándole más risas a Kamden.

—En nuestra defensa, de tanta emoción nos olvidamos que cumples un día después que yo —trató de defender a su chico.

Jiho lo miró de reojo, para luego bufar.

—Sí, como sea —trató de quitarle importancia al asunto, mientras extendía su mano hacia él—. Y puede que yo no sea Jay, pero si quieres puedes tomar mi mano también y entonces los tres estaremos unidos en esta tortura —dijo, refiriéndose al discurso que aún seguía dándose.

Kamden rio una última vez y agarró la mano del menor, sonriéndole. Luego, volteó su cabeza hacia el frente y mantuvo su mirada en alto, sintiéndose más seguro ahora que recordaba que tenía a sus amigos a su lado.

—Y ahora, sin alargar más la cháchara, les presento a los graduados de este hermoso año escolar —anunció el señor, seguido por una ola de aplausos del público.

Kamden volvió a suspirar pesadamente, tratando de relajarse. Su cuerpo se tambaleaba de atrás hacia adelante, mientras veía como el director abría un documento y empezaba a leer de ahí los nombres de los estudiantes, quienes se subirían a ese gran escenario bajo la atenta mirada de muchísimas personas para ser felicitados por sus esfuerzos durante cuatro años (o más, dependiendo del estudiante).
Los jóvenes fueron llamados uno por uno de forma alfabética. Después de cada nombre, había una ronda de aplausos y algunas veces de gritos por parte de los familiares, quienes no perdían la oportunidad de humillarlos un poco.

De su grupo el primero en ser llamado fue Jiho. Al escuchar su nombre, se soltó de ambos y le dejó un rápido beso a su novio. Luego, se volteó hacia su amigo para susurrarle al oído.

—Dile a Jay que duerma con un ojo abierto porque voy a vengarme —le advirtió, haciendo referencia al tema del que habían hablado antes.

Kamden rio y asintió con su cabeza, mientras veía a su amigo caminar hacia las escaleras al costado del escenario para poder subir.
Él y Brian se acercaron más el uno al otro, mientras lo miraban recibir su diploma. Cuando se dio la vuelta, hizo una reverencia y miró en su dirección, tirando un beso que su pareja hizo como que agarraba. Ante la melosa escena, el mayor no pudo evitar rodar sus ojos con desagrado, mientras escuchaba las risas del contrario.

RED 𖦹 KAMJAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora