Son unos tontos, niños bobos- Gruñó Hyunjin mientras su abuela le abría la puerta
-Bueno Hyunjin, ellos nunca han visto a una anciana vestirse tan colorida- Dijo ella con una sonrisa mientras aplaudía dos veces antes de entrar a la casa. Hyunjin maldijo por lo bajo antes de sacarse las zapatillas y caminar hasta el sofá para hundirse entre los almohadones.
-Suban- Ordenó el pequeñín. Ambas zapatillas saltaron en su lugar antes de salir corriendo escaleras arriba.
-No es necesario que seas malo Hyunjin, ellas te han soportado todo el día- Reprochó su abuela mientras entraba a la sala con una bandeja llena de platos de comida.
-Estoy cansado- Se quejó, tomando el más pequeño de ellos y unos cubiertos antes de empezar a comer. Su mirada fija en el plato y el ceño fruncido empezaba a preocupar a su abuela.
-¿Ha pasado algo más en el colegio?- Inquirió ella, fingiendo estar muy interesada en la ensalada frente suyo.
Hyunjin suspiró pesadamente y soltó los cubiertos.
-Yeonjun se ha reído de mis raps, dice que son tontos y malos- Balbuceó con su labio inferior tembloroso. Alejó el plato que estaba frente suyo y se levantó de la mesa luego de agradecer por la comida en un susurro. En un abrir y cerrar de ojos el pequeño subió a su cuarto a todo lo que daban sus piernitas.
La anciana suspiró y tocó la mesa dos veces, lentamente los platos comenzaron a levitar y a dirigirse a la cocina. Con un suspiro agotado miró su estantería de libros peculiares, algo se le tenía que ocurrir para ayudar a su nietito. Con dificultad se levantó, acercándose a la parte que ella leía usualmente para refrescar su memoria.
-"Comidas con efectos colaterales", no, "Deseos a poco costo", tampoco, "Personas en miniatura y animales enormes", ya lo he usado- Sus ojos se paseaban libro por libro, hasta que halló uno de los más antiguos- "La magia de los peluches animados"- Lo tomó con cuidado y, esquivando los cubiertos que pasaron volando frente suyo, caminó hasta el estudio. Colocó el cartel de "Prohibida entrada a niños aburridos" antes de mover la alfombra y abrir la escotilla hacia el sótano.
Nada más bajar tuvo que prender el ventilador, el cuarto era muy cerrado y el olor a encierro no la dejaba trabajar tranquila. Con cuidado depositó el libro en su escritorio, mirando los materiales que iba a necesitar.
-Juguete de Peluche, cabello del enlazado...- Comenzó a murmurar la mujer mientras tomaba frascos y cajas, armando su pequeño ritual.
Con cuidado sacó de adentro de un baúl un oso de peluche que nunca le regaló a Hyunjin por miedo a que este lo manchara o perdiera.
Dejó el muñeco en medio de un círculo de sal. Siguió los pasos con sumo cuidado, evitando invocar o hacer algo muy extraño,y la sala se llenó de colores. El peluche levitaba a unos centímetros del suelo mientras los objetos se desintegraban y se fundían junto al muñeco. Sintió una brisa fresca recorrer rincón a rincón la sala y sonrió, reconociendo un alma pura. Una figura levemente notoria, rodeada un aura blanca luminosa, jugueteó a su alrededor, dejándose llevar por los colores que rodeaban a la anciana.
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●● 𝑪𝑼𝑰𝑫𝑨𝑵𝑫𝑶 𝑨 𝑼𝑵 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑶 𝑫𝑬 𝑷𝑬𝑳𝑼𝑪𝑯𝑬 ✟ 𝑯𝒚𝒖𝒏𝑳𝒊𝒙 ●●
Fantasy🍒║❛ Hwang Hyunjin es un niño de 6 años que tiene problemas para socializar. Quien dice "problemas" dice un muy malhumor que aprendió de su único familiar, su abuela. Le cuesta tener amigos, por lo que ella decide usar sus habilidades para crearle u...