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three

Al día siguiente, Jaemin despertó con mucho calor, sentía como si estuviera ardiendo en su propia piel. A su lado estaba Jeno, durmiendo plácidamente, habían decidido dormir juntos para irse acostumbrando nuevamente. Jaemin lo observó un largo rato, lo único que lo distrajo de aquello fue el fuerte dolor proveniente de su vientre además de la sensación de un líquido escurriendo por sus piernas, llevó su mano hacía su entrepierna y confirmó sus sospechas, su celo había llegado.

Tomó las sábanas y aspiro el aroma combinado de su alfa y él, hizo el menor ruido posible pero inevitablemente Jeno despertó. Se giró a ver a Jaemin encontrando al mismo hecho un desastre, lleno de sudor y soltando pequeños jadeos.

Se sentó en la cama y lo observó en silencio, Jaemin estaba lo suficientemente ido que no se dió cuenta que estaba siendo observado por el alfa. Jeno se acercó al bonito omega y detuvo sus movimientos tomándolo por las muñecas de forma suave.

—Hueles delicioso— murmuró llevando su nariz a su cuello.

Jaemin se quedó quieto, aún le daba cierta vergüenza que Jeno lo viera tan necesitado, más ahora que no tenía recuerdos sólidos.

—Jen— murmuró tomando entre sus manos el rostro del alfa.

—Hazme tuyo, Nana.— soltó Jeno.

Jaemin se sintió extraño, de una forma buena. Y se quedó unos segundos pensando, más bien entendiendo que en ningún momento habían hablado sobre sus jerarquías, era muy probable que Jeno lo hubiera olvidado, y era igual de probable que pensara ser un omega o beta debido a su olor neutro a lavanda. Además que no sería extraño tener una relación siendo incluso de la misma jerarquía, era extraño de ver, sí, pero no imposible.

Salió de sus pensamientos y dirigió una mirada llena de amor a Jeno. Aún no estaba tan cegado o vuelto loco. Agradeció infinitamente eso.

Llevó sus labios a los contrarios y los unió en un beso, lento y suave al principio. Sus manos viajaron hasta la cintura de Jeno justo donde tanto le gustaba abrazarlo, levantó levemente la camisa de la pijama y tocó la piel expuesta.
—Eres muy bonito- escuchó murmurar a Jeno, una sonrisa y un fuerte sonrojo adornaron su rostro.
—Al igual que tú— aseguró dejando un par de besos en sus mejillas. —¿Puedo?— preguntó mientras quitaba la camisa por completo, recibió un asentimiento rápido de cabeza.

Con ayuda de Jeno dejó a ambos con la parte de arriba de su cuerpo completamente desnuda. En un ágil moviendo cambió las posiciones dejando a Jeno abajo de él y quedando entre sus piernas. Volvió a besarlo, esta vez usando su lengua para llegar más profundo, Jeno le siguió el ritmo aumentando su temperatura corporal.

Su entrepierna dolía, al tocar a su contrario supuso que estaba en la misma situación, por lo que empezó a moverse creando una fuerte y exitante fricción, pronto la ropa se hizo molesta, Jaemin se separó del beso solo para retirarla y dejarlos desnudos a ambos. Volvió a besar a Jeno, aún más necesitado y desesperado que antes. La mano de Jeno bajó hasta tocar el miembro del omega y el suyo propio, con cuidado tomó ambos y comenzó un lento movimiento de arriba a abajo sacándole suspiros a ambos. Jaemin se dejó hacer, su alfa subía y bajaba su mano mientras era besado por el omega. El ritmo aumentaba volviendolos locos de placer hasta llegar al punto de correrse, llenandolos de su semilla.

Pero no terminó ahí, Jaemin se sentía terriblemente caliente, necesitaba sentir a Jeno, no importaba la manera.

Sin pensarlo mucho llevó dos de sus dedos a la boca del alfa, quien los lamió gustoso bajo la atenta mirada de Jaemin. El omega sentía que podría morir de lo bien que se sintió, ver a su alfa tan necesitado y sumiso ante él lo volvía loco, sintió tantas ganas de corromperlo y hacerlo sentir lo mucho que lo amaba y deseaba, y así lo haría.

Llevó sus dedos previamente "lubricados" a la entrada del alfa y los metió poco a poco, al principio fue algo incómodo para Jeno pero rápidamente se acostumbro a la sensación y quiso más, se movió sobre ellos y tiró su cabeza hacia atrás en las almohadas, jaemin movió sus dedos en forma de tijeras hasta llegar a tocar el punto dulce de Jeno, al hacerlo masajeo el lugar mientras Jeno solo podía soltar fuertes gemidos de placer. Antes de que pudiera correrse sacó sus dedos del lugar recibiendo una queja del contrario.

—Shhh, te daré algo mucho mejor— habló en su oido provocando un escalofrío en Jeno que sólo asintió sin dejar de mirarlo.

El omega se levantó de la cama para sacar de su cajón una botellita de lubricante y un condón, rápidamente regreso a lado de su alfa y separó sus piernas, colocó una buena cantidad de lubricante en su entrada y se masturbo un poco antes de colocarse el condón y algo de lubricante en su miembro, se alineó contra la entrada de su alfa y lentamente fue entrando sintiendo como era apretado en el caliente interior, distrajo a Jeno del dolor con besos en sus labios y mejillas, Jeno lo detuvo y movió sus caderas indicándole que estaba listo.

Jaemin comenzó a entrar y salir una y otra vez creando un ritmo suave pero constante. Jeno envolvió su torso con sus piernas haciendo que Jaemin pudiera llegar más profundo.

—N-nana más rápido— murmuró como pudo siendo obedecido de inmediato, Jaemin aumento la velocidad de sus embestidas creando un fuerte y exitante sonido al chocar sus pieles.

—Te quiero muchísimo, Jen-tomó sus manos y las llevó a su cabeza, su boca tomó uno de sus pezones y empezó a chuparlo y morderlo volviendo a Jeno demasiado sensible. Al tener las manos inmovilizadas y estar siendo penetrado de una forma tan rápida y profunda lo único que pudo hacer fue gemir y lloriquear tan alto como le dejaba su voz.

—T-te quiero aún más, ughmm lo haces tan bien,me llenas tan bien— no mintió , realmente sentía todo eso desde el fondo de su corazón. Estas palabras fueron suficientes para alimentar el ego de Jaemin, además de los gemidos con la grave voz de Jeno le hacían perder la cordura. Nunca imaginó que podrían estar así, pero le gustó,se sentía como el cielo puro.

Bastaron un par de embestidas más para que Jeno llegara al límite y se corriera entre sus abdomenes, Jaemin le siguió unos segundos después.

Jaemin se recostó en el hombro de Jeno respirando pesadamente, Jeno llevó sus manos hacía su cabello dejando pequeñas y suaves caricias. Jaemin sonrió y dejó un beso en su cuello, estuvieron un buen rato así, disfrutando su compañía.

Finalmente Jaemin salió de su interior y se recostó a su lado, Jeno lo acurrucó consigo y lo abrazo.

—Jen.— habló de pronto.
—¿Sí?
—¿Lo hice bien?
—Más que bien, chiquito.— Jeno lo besó haciéndole sentir más seguro y conforme. El sueño y cansancio los terminó venciendo.

Ambos se sentían felices. Jaemin sabía que tenía que hablar con Jeno, pero sería después, cualquier cosa que pasase estarían bien.