Perdón (Nino x Tu)

Cap. 07: Adiós a lo que nunca fue

Solía ser muy reservada, siempre quise estar al lado de mis hermanas, sin ellas no podía hacer nada.

—Nino, Ichika, Itsuki. Esperen.

—Apresúrate Miku, Yotsuba de nuevo se adelanto.

Siempre fui la mas lenta de mis hermanas pero no por falta de habilidades. Simplemente, prefería observar el mundo desde un rincón más tranquilo. En ese rincón, donde la bulla de la competencia no me abrumara, pude percibir matices que los demás pasaban por alto.

Crecimos juntas, compartiendo risas y lágrimas, secretos y sueños. Pero había algo más allá de la superficie de mi tranquilidad aparente. Mi corazón latía con deseos que, a veces, ni yo misma entendía del todo.

Fue en esos días en los que T/N entró en nuestras vidas. Su presencia trajo consigo una agitación que me desconcertó al principio. Era como si el equilibrio silencioso que siempre había existido entre nosotras se viera alterado.

Ichika desde pequeña siempre fue muy perspicaz notando los cambios de mi actitud.  

—¿Miku, por qué estás tan callada últimamente?

No pude evitar apartar la mirada, intentando ocultar el torbellino de emociones que me invadía.

—No es nada, solo estoy pensando en cosas.

Pero en mi mente resonaban preguntas que ni siquiera yo sabía cómo formular. ¿Por qué T/N ocupaba tantos de mis pensamientos? ¿Por qué su presencia me afectaba de una manera que no podía entender?

Era un enigma que trataba de resolver mientras seguía siendo la hermana tranquila y reservada. Observaba cómo mis otras hermanas, especialmente Nino que se relacionaban con T/N de maneras tan diferente. Nino lo desafiaba y competía con él pero sentia que en ellos dos habia algo mas. También estaba Ichika que lo apoyaba incondicionalmente. Y yo... yo simplemente lo observaba desde lejos.

Pero un día el se acerco a mi...

Fue en una tarde tranquila en la que la brisa acariciaba suavemente los árboles del jardín. Estaba recostada bajo la sombra de un cerezo, sumergida en la lectura de uno de mis libros favoritos. desde pequeña me atrajo la lectura japonesa sobre su historia, algo que mis hermanas veían raro de mi.

Mi mente estaba inmersa en las páginas, pero mi atención se desvió cuando escuché pasos acercándose.

—Hola, Miku.

Alcé la vista para encontrarme con T/N. Su sonrisa era cálida, y sus ojos reflejaban una curiosidad genuina.

—Hola—, respondí tímidamente.

El solo se sentó a mi lado, mirando el libro que sostenía entre mis manos.

—¿Qué estás leyendo?

—Solo un libro que encontré interesante.

Su mirada me pareció intrigante ver que el también le atrajo el libro, me pareció especial ver que un niño como el también le atrajeran estas cosas.

—¿Te gusta la historia japonesa? —preguntó, y pude percibir un destello de interés en sus ojos.

Asentí, sintiendo cómo mi timidez inicial se disipaba lentamente.

—Sí, siempre me ha parecido algo mágico

T/N sonrió, y su respuesta fue tan sincera.