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El siempre detrás

Soy nueva en el pueblo desde hace 2 meses, tan solo hace un mes comenzaron las clases y ya quiero salir de aquí.

Desde que llegué siento algo, algo que no anda bien.

¿Encontrar mis pertenencias en lugares donde no las dejé? Se convirtió en algo normal, al igual que alguna de mis prendas, tan solo desaparecen. ¿Espantarán en mi nueva casa?

Lo peor fue cuando mi madre me mandó de compras y una silueta detrás de un árbol casi me mata del susto, no me atreví a ir, puede ser cualquier cosa, espero.

A veces me gusta fantasear que puedo moler a golpes a quien sea, pero él miedo gana y es obvio que yo no podría ganarle a nadie.

Hablando de la silueta, creo que no fue la primera vez que la ví. Es como si la viera en todas partes pero no la encuentro, sé que está ahí solo que no la veo, con el paso de los días solo dejé de prestarle atención, tal vez en el pueblo espantan y listo.

¡O tengo un acosador que puede desaparecer en un segundo! No es posible, tiene que ser algo yendo a lo paranormal.

Para mi suerte, vivo en una casa que queda en la entrada del bosque. No es la única, tengo vecinos alrededor pero el bosque es tenebroso, más en esta época de invierno donde la niebla cubre todo.

Aún así es casi la única parte del pueblo que me gusta, está repleto de búhos, lechuzas y aves nocturnas.

Un ruido viniendo de mi celular me tomó por sorpresa y dejé de divagar en mi mente.

Al tomarlo vi la notificación del clima. 15 grados, frío y lluvia. Genial.

Suspiré y guardé mi celular en la mochila para salir de mi habitación e ir abajo, hoy tengo escuela.

No odio esta escuela pero prefiero mil veces mi escuela anterior, lamentablemente tuvimos que mudarnos por el trabajo de mis padres.

De repente otra notificación se escuchó de mi celular. Esperaré y lo veré en clases.





Llegué a mi escuela caminando, no queda tan lejos de mi casa y disfruto de caminar, ver el bosque y conocer la cara de las personas.

Me encontraba sentada en una de las bancas de gimnasia, al aire libre. Es el primer periodo.

Aproveché que la clase no había comenzado y saqué mi celular para ver quien me había hablado.

Número privado.

Un poco de angustia se presentó pero la ignoré y entré al chat.

- Te ves preciosa.

Miré confundida el celular y luego levanté mi cabeza para mirar a mi alrededor.

No hay nadie porque llegué muy temprano.

Suspiré y miré de nuevo el mensaje. No sé si contestar, de tantas películas de terror que vi creo que lo mejor es no contestar.

Aparté el móvil para ignorarlo pero éste volvió a sonar.

Otro mensaje, mismo número privado.

DepredadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora